Si Me Hubieras Amado

cap 1 Si me hubieras amado

La vi de inmediato al entrar,  parecía brillar mientras sonreía, me acerque y la mire a los ojos, mi corazón latía tan fuerte que pensé que se saldría de mi pecho y mis manos sudaban, era la nueva dependiente del café donde acostumbra desayunar todos los días, no era una belleza espectacular pero esa sonrisa era encantadora, después de un par de segundos reaccione  y le indique mi orden en el menú, después me alejé para tomar asiento en una de las mesas, me lleve la mano al pecho pues aún latía fuertemente, jamás había sentido tal cosa con ninguna otra, habían sido los segundos más excitantes de mi vida, por lo regular son las chicas quienes se emocionan al verme llegar  y ninguna llama mi atención pero esta vez el mirarla solamente me hizo sentir casi extasiado, es como si al verla estuviera viendo un ángel, se ve tan linda,  tengo que saber su nombre y acercarme a ella, definitivamente me gusta, creo que fue amor a primera vista y su voz, esa voz, solo fueron un par de palabras pero casi suspiro al oírlas, derrepente una voz me saca de mis pensamientos, es mi amigo, Kim Hyung Joong.

-Hola, Park a qué hora saliste del apartamento? Que no sabes que yo también quiero  desayunar? Ya ordenaste?-

-Hola, si, ya ordene, pero siéntate y yo iré a pedir algo para ti, café y  panque de fresas verdad?-

-Claro, como siempre , me encanta el panque de fresas, se nota que me conoces bien amigo-

-Espera no tardó-

El se quedó sentado explorando el lugar como siempre buscando alguna nueva chica para salir el fin de semana y después votarla sin previo aviso, desde que su novia lo dejo solo trata de vengarse de su traición, el la amaba como a nadie y un día solo lo abandonó, desde ese entonces hace lo mismo nunca se enamora para no salir lastimado. Me acerco al mostrador y ella me mira, me pongo nervioso y tartamudeo un poco.

-Es...este po, por favor, yo este, yo... un café americano y dos parques de fresa, por favor-

Ella rie divertida por mi reacción y yo me sonrojo apenado. 

-Son $74.90 por favor-

Me entrega el tiquete y mi orden en un momento y sigue con esa hermosa sonrisa, sé que solo lo hace como atención por su trabajo pero aún así se ve radiante. Al regresar a la mesa suspiro y le doy sus cosas a Hyung, el me comenta algo que no entiendo pues sigo mirándola desde mi asiento. Terminamos y Hyung se despide rápidamente para salir detrás de su próxima presa, miro mi reloj y se hace tarde para el trabajo, tomo mis cosas y echo una última mirada para llevarme el recuerdo de su sonrisa.

Han pasado ya algunos días desde la primera vez que la ví, ahora se su nombre y la saludo siempre al pedir mi orden, ya no me pongo tan nervioso, al contrario cada vez me siento con más confianza para hablarle, jamás había sentido algo asi, pero ella es especial, lo se, ella también sabe mi nombre y comienza a platicar una que otra cosa mientras sirve las cosas que le pido, he tratado de ser su amigo y ella no me rechaza pero guarda su distancia, es muy profesional y atenta con toda la gente, cada vez me gusta mas, por suerte Hyung no la tiene en la mira, el es todo un Casanova y yo no tengo ninguna experiencia con las mujeres, seguro no tendría oportunidad.

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Desde el primer día que llegue a este trabajo me he sentido muy bien, cambiar de vida fue bueno para mí, si hubiera tenido que seguir en aquel lugar habría sido muy difícil recuperarme, si no hubiera sido por mis abuelos no sé que habría echo después de ese maldito accidente que me arrebato a mis padres, aquí me siento más segura, sé que ese desgraciado lo provocó y espero que pague por eso, pero por furtuna está lejos y no sabe dónde estoy, hay un cliente de la cafetería que es muy gracioso y atento, siempre me hace plática pero no puedo fraternisar con la clientela aúnque me agrada, es muy tierna la manera en que se sonroja cuando platicamos, parece buena persona.

Los únicos momentos malos son cuando recuerdo lo que pasó, si al menos hubieran podido comprobar que ese tipo tubo la culpa de todo, pero no, ojalá nunca me encuentre.

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Es tarde, pero decido ir por algo que comer antes de llegar a casa, de lejos la veo está sacando algunas bolsas hacia el callejón detrás de la cafetería, supongo que es la basura, me apresuro para ayudarla y le quito las bolsas de las manos con delicadeza, ella me sonríe y me da las gracias.

-Sólo son estas?-

Le pregunto y ella un poco apenada me responde.

-Este... De echo faltan algunas pero no quiero abusar ya me ayudaste mucho gracias-

-No me molesta ayudar, de verdad yo puedo sacarlas no hay problema-

-Desde verdad? Eres muy amable, te lo agradezco mucho, por lo regular no lo aceptaria pero la verdad es que están muy pesadas y tengo una lesión que aún se está recuperando y...bueno eso es solamente-

-Perdona si soy entrometido pero que de que lesión se trata? Tengo un amigo que es terapeuta físico y tal vez podría ayudarte-

-Es una lesión en la cadera por un accidente automovilístico, fue hace un año y aún me molesta, pero estoy bien, gracias-

-Si te animas después, mi amigo es muy profesional y competente,  su nombre es Heo Yung Saeng y vive el el mismo departamento que yo, así que solo me dices y yo te llevo con el-

-Esta bien si me decido yo te aviso gracias-

-Bueno donde están las demás bolsas?-

-Detras del mostrador, ven y te digo dónde estan-

Entramos al local y me indico donde estaban así que las tomé y en unos minutos estaba echo.

-Dime vives cerca?-

-Si, vivo con mis abuelos a unas calles de aquí-

-Puede acompañarte?-

-No te preocupes todavía tardo en salir-

-Entiendo pero en  realidad pase por aquí para cenar antes de ir a casa así que mientras como algo puedo esperarte-

-Mejor no, mis abuelos son su poco estrictos cuando se trata de conocer a algún chico y no quisiera que mal interpretarán tu amabilidad-

-Entonces te dejaré cerca no llegaré hasta tu casa, solo que ya es tarde y a veces no es muy seguro por aqui, anda, de verdad no tengo ninguna mala intención solo me quedaría más tranquilo si veo que llegas bien a tu casa, eso es todo-

-Esta bien pero de verdad no es necesario, me las arreglo muy bien para defenderme yo sola-

-No lo dudo pero no sería muy cortes de mi parte dejar que una mujer valla sola y tan tarde-

-Esta bien saldré en una hora, cuando llegue mi jefe para hacer corte de caja-

-Entiendo, me puedes dar un sándwich y una malteada de chocolate porfavor, te esperaré hasta que salgas ok?-

-Ok-

Ella trajo mi orden a la mesa, intenté darle el importe pero no quiso aceptarlo, yo invito dijo, insistí en pagar lo que había pedido pero dio la vuelta y siguió con lo que hacía con su clásica sonrisa, y yo le agradecí haciendo una reverencia con la cabeza.

Pasó un rato y por fin me hizo una seña para salir, su jefe no vería bien si ella sale con un cliente así que entendí y salí antes que ella.