PARTE ÚNICA

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Si le dijeran a Hoseok que su pareja lo estaba engañando y esperaban una reacción donde él entraría en estado de sorpresa y llantos desconsoladores, pues quedarían en ridículo, porque Hoseok ya lo sentía en el instante que Yoongi se iba de su cuarto ni bien terminaban de follar, sin siquiera mimarlo como lo hacía tiempo atrás. Así que aquella noticia era algo muy irrelevante para él, simplemente lo tomaría como algo llevadero.

No se podía negar que la primera vez que Yoongi le dijo que debía irse rápido de su casa porque su madre llegaría pronto, entendía, pero dolía un poquito al no haber recibido su preciado beso de despedida que tanto acostumbraban tener.

La segunda vez cuando Yoongi se vestía de manera apresurada y Hoseok todavía se hallaba descansando del orgasmo, le mencionó que debía irse rápido a casa porque tenía que ayudar a su mamá, también lo entendía, Hoseok siempre lo entendía. Sin embargo, el beso de despedida no apareció y aquel dolor crecía.

La tercera vez cuando Hoseok se empalaba de Yoongi, Yoongi lo detuvo abruptamente en el momento que escuchó su teléfono sonar. Se precipitó a detener su encuentro sexual para atender la llamada. Y Hoseok se asombró cuando adivinó las excusas de Yoongi "mi mamá me necesita, me debo ir, continuamos luego." Sin embargo, aquel beso de despedida que deseaba tener, no volvió más.

Su pequeño corazón empezaba a apretarse, agrietarse y próximamente romperse.

Aquel muchacho que te sonreía con delicadeza y te contagiaba de positivismo, comenzaba a desaparecer, extinguirse y apagarse con cada rechazo de Yoongi. Muchas veces se sentía como un simple agujero con oídos, porque Yoongi las veces que necesitaba ser escuchado, allí se hallaba Hoseok, creyendo fervientemente que era el único en quien Yoongi confiaba y las veces que Yoongi necesitaba joder, allí estaba otra vez Hoseok. Amándolo intensamente. Amando por los dos.

Hacer su dignidad añicos le costó un profundo desconsuelo a Hoseok.

La cuarta, la quinta, la sexta ocasión en que Yoongi se alejaba de forma fría de Hoseok, Hoseok solo lo observaba y caminaba directo al baño a asearse, y cuando regresaba, la ropa tirada de Yoongi ya no estaban. Esto se convertía en una rutina abrumadora que lo asfixiaba.

Consideraba la opción de terminar, de acabar todo, pero cuando veía los ojos de Yoongi, se derretía y solo podía perderse en ese laberinto de naturaleza que lo atrapaba y no encontraba salida. Cuando sentía los besos de Yoongi y sus caricias, olvidaba el por qué quería alejarse de él.

Dejó de sonreír en una ocasión, necesitando de alguien para que puedan escucharlo, puedan solo oírlo. Porque a veces, necesitamos desahogarnos y explotar. Necesitaba a alguien, aunque sea un desconocido que le palmeara el hombro y le dijera que todo estaría bien, que podría sobrellevarlo.

Pero nadie apareció, ni Yoongi.

Un golpeteo incrementaba en su pecho, llenándolo de inseguridades y tormentos. Y entonces, un día cualquiera, mientras iba de compras al supermercado, vio cómo su preciado novio besaba a una chica, y ese, ese fue el detonante que hizo que su sonrisa desapareciera.

Las lágrimas no aparecieron, ni una gota, solo se dedicó a ser un espectador de una brutal escena que magullaba su corazón. Colocó sus manos en los bolsillos de su chaqueta y caminó a una dirección contraria de ellos. No sabía hacía dónde iba, solo supo que entró a un bar y se embriagó hasta perder la conciencia, pero no lloró, nunca lloró. Tampoco supo cómo es que regresó a su hogar, así que lo dejó pasar. No importaba.

Al día siguiente, cuando Yoongi terminó de follarlo, Hoseok no musitó ni una palabra y se dedicó a cambiarse y marcharse después del cuarto de Yoongi. Sin beso de despedida.

Tonto 「Yoonseok」Where stories live. Discover now