I've Been Wating For You

Capitulo 4

Capitulo 4

Escuché el timbre sonar y las personas se empezaron a hacer presentes por los pasillos, pero la puerta frente a mi no cedía. Comenzaba a desesperarme, temía a que Mikk llegase. Lo vi, pasó y se detuvo a lado de una chica que sacaba cosas de su casillero, agradecí eso ya que me había dado tiempo de levantarme y perderme entre los demás estudiantes.

Minutos después, creo que fueron 10, se abrió la puerta y los alumnos empezaron a salir. Yuu salió junto con ellos y sonrió acercándose a mi. De nuevo, una sonrisa estúpida se formó en mis labios. Hizo una seña de que lo siguiera a otro salón y eso hice, al llegar cerró la puerta y nos sentamos.

Comenzamos como el día anterior. Matemáticas: odiaba esa clase, pero si no lograba subir mi promedio reprobaría otra vez.

No llevábamos ni una hora y yo estaba casi sudando por la frustración que me causaba el no poder resolver los ejercicios.

Mi teléfono empezó a sonar, seguro era Mikk y estaba enojado otra vez. Así era, al sacarlo la pantalla brillaba con su nombre.

— ¿B-bueno?... — Contesté intentando ocultar el nerviosismo que tenía.

— ¡Takanori! — Gritó él. — ¿¡Donde mierda estás?! ¡Creí haberte dicho que hablaríamos esta tarde!

— L-lo siento... — Dije saliendo del salón, no quería que Yuu escuchara esa incomoda discusión... — Me pidieron que me quedase a unas asesorías y no pude replicar...

— ¿En dónde estás? — Preguntó él en un tono más calmado. Mierda, eso no era bueno, sabía que ahora estaba mas enojado.

— Estoy saliendo del salón... Dime donde nos vemos... — No tenía otra opción, las cosas estarían peor después...

— Te veo en el patio del gimnasio. — Dicho aquello colgó y yo regresé al salón, solo para empezar a guardar mis cosas.

— ¿Que sucede? — Murmuró Yuu al ver lo que estaba haciendo.

— Debo irme... Te veo mañana... — Dije saliendo sin cruzar miradas con él por miedo a que notara aquel miedo que sentía por dentro.

Salí con dirección al gimnasio y al llegar, como era de esperarse, Mikkami estaba afuera esperándome.

— De verdad lo siento y-yo... — Mis palabras se vieron interrumpidas por una bofetada de él.

— Ayer te envié un mensaje diciendo que vendrías con nosotros en el receso, esta mañana te llamé y te dije que hablaríamos esta tarde; se supone que tu haces lo que yo te digo. — Dijo enojado empujandome contra la pared. Me golpeé la cabeza y desvié la mirada, error, otra bofetada asaltó mi mejilla.

— De verdad esta mañana me sentía muy mal... — Susurré mirando el suelo.

— ¿Y no te sentías mal para hablar y sonreírle a tu amiguito? — Gruñó escupiendo la ultima palabra, mientras que otro golpe no quiso seguir esperando. No respondí ¿Como se había enterado de eso? el no escuchar respuesta de mi parte le hizo golpear mi abdomen, caí al suelo y los ojos me comenzaban a lagrimear. Me levantó de la camisa volviéndome a empujar contra la pared con fuerza.

Y esto a apenas había comenzado...