49 (narrado)

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n/a: este capítulo es considerablemente más largo que los demás, así que disfruten.❤

Al día siguiente, luego de haberle dado su dirección a Joe y de haber acordado a dónde irían, Arianne fue a arreglarse. Su habitación era un desastre, habían papeles por todos lados y ropa también.

Recordó a su amiga y profesora de canto, Khali, y el como siempre le repetía que debía tener sus partituras ordenadas mientras se encontraran ensayando.

Obviamente no le hacía caso.

—¿Saldrás? —preguntó su madre.

—Sip.

—¿Con el apuesto actor que fue a verte al hospital y de quien estás enamorada desde hace años?

Arianne soltó una carcajada ante el comentario de su madre, aunque una pizca de molestia apareció también. No le gustaba que pensaran que estaba "enamorada" de Mazzello desde hacía años, porque no era así. Ella sentía una gran admiración hacia él, y nunca pasó de eso.

Hasta ahora.

Sin embargo, tampoco estaba enamorada. Sólo era que Joe le gustaba mucho, pero las posibilidades de que éste le correspondiera eran de un 50/50.

—Sí, mamá. Y su nombre es Joseph.

—Bueno, Joseph se ve como un buen chico. ¿Cuántos años tiene? ¿Como treinta?

—Sí —rió levemente mientras buscaba algo para vestirse.

—Cinco años no son nada —dijo tranquilamente, haciendo referencia a la diferencia de edad que había entre ellos—. Mis nietos serán una obra de arte, ojalá que salgan pelirrojos, como él.

—Suficiente —dijo Arianne con una sonrisa en su rostro—. Adiós. Ve a descansar —empujó un poco a su madre, y cerró la puerta de su habitación.

Luego de haberse vestido y maquillado sólo un poco, se miró en el espejo. Definitivamente se veía muchísimo mejor que la primera vez que se vieron.

Su teléfono sonó, y era Joe informando que ya estaba fuera.

—¡Me voy, mamá!

—¡Diviértete!

Subió al auto de Joe y éste la observó detenidamente.

—¿Qué tengo?

—Nada, nada. Estás preciosa —dijo, y devolvió su vista al camino. Comenzó a conducir, mientras que de fondo, en la radio, sonaba alguna canción que desconocía. Ella estaba segura de que su suéter gris y sus jeans negros eran la cosa más simple del mundo, y le sorprendió que pensara que se veía preciosa.

—Tú no estás nada mal —dijo, encogiendose de hombros. Él sonrió, pero no la miró—. Me han dicho que eres un conductor terrible, y que no te apegas a las leyes a la hora de conducir, así que por favor no nos mates hoy.

—La persona que te dijo eso es una mentirosa, yo soy el mejor cond...— se vio interrumpido cuando frenó de golpe—... ponte el cinturón.

Ella rió e hizo lo que le pidió. El silencio se hizo presente, y lo único que se escuchaba era la radio, en la que se reproducía Cold in LA de Why Don't We.

Don't walk away, cause it's cold in LA, every time that you leave me behind —cantó en voz baja.

—Los chicos quieren conocerte, ¿sabes?

—¿¡En serio!? ¡Eso es genial!

—Supuse que te gustaría la idea de conocerlos.

—Eso me recuerda algo: ¿sabías que Ben y Gabriella se conocieron?

pay attention to me; j.mazzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora