Había una vez, en la antigua Grecia, un dios llamado Lirakres, hijo de Perseo y de la diosa de la sabiduría, Atenea. En un inicio, era un joven alto y maduro, que cuando se enojaba tiraba rayos de alto voltaje .
Un día, como cualquiera, unos griegos empezaron a opinar, expresando que él no era nada, considerándolo como un desperdicio, no siendo considerado como un ser divino. Entonces, Lirakles, al intentar lanzar un rayo, vio que no había lanzado nada, pues lo que había hecho fue enviar algo llamado "terremoto". Aquel terremoto fue tan fuerte, que partió Grecia en dos .
Al enterarse Zeus de esto, fue directo a él, golpeándolo en el rostro, una bofetada tan fuerte, que casi saca la luna de la órbita .
Entonces, Lirakles mandó un ave con una carta a la tierra, para decir que lo sentía y que por la mañana Grecia aparecería como nueva. Ese día, fue recordado como "Bilanjeu" (sifnifica el día del corte ) .
Lirakles fue recordado por ser el Dios de los terremotos, hasta el siglo XVII.
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6°B
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