No me sacaba a Elisa de la cabeza, no era la chica más hermosa del mundo, pero para mi, lo era. Ella era alta, apenas un poco más que yo, delgada, ojos color miel, pelo castaño oscuro corto por los hombros (lo cual me encantaba), nariz pequeña, y unas pocas pecas en su piel suave y blanca. Nunca había sentido algo así por nadie, quería verla, quería que llegase el segundo día de clases.
Eran las 6:30 y me levanté eléctrica, me apronté bastante para ir al colegio, no era normal en mi, me estaba cuidando, quería que ella me viera lo más linda posible. Tomé todas mis cosas y me fui al colegio.
Llegué 10 minutos antes, con la esperanza de encontrarla en la entrada y charlar un poco más, busqué con la mirada y la vi junto con algunos compañeros. Me acerqué y comenzamos a hablar. Luego de un rato entramos a clase. En uno de los recreos, salimos solas y fuimos a la cafetería ya que un profesor había faltado y decidimos sentarnos a charlar allí. Sin darnos cuenta, nos encontrábamos hablando sobre nuestros problemas, le conté que mi familia no sabía sobre mi sexualidad.
-¿No le has dicho a tus padres aún? -Dijo Elisa con una expresión de asombro en su rostro
-No, yo vivo con mi madre, mis padres están divorciados, pero el no se preocupa de mi, no creo que ni siquiera le importe. Mi familia es homofóbica, aunque mi madre sospecha, prefiero esperar a tener novia y decírselo junto con ella. - Le contesté, algo seria
-Entiendo, mis padres por suerte no son homofóbicos, me aceptaron, la noticia no les afectó pero les sorprendió, realmente si no hubiese sido por mis padres, que siempre me apoyaron, no sería la misma-
-Si, lo entiendo, yo realmente sufrí cuando me di cuenta que me gustaban las chicas, me disgustaba saber que mis familiares no me aceptarían o les costaría, pero ahora tengo las cosas claras y se que aunque no lo hagan, yo no estoy equivocada, sino que ellos lo están -Dije
-Estoy segura que si les dices, van a entender- Me dijo, sosteniéndome la mano, la cual estaba apoyada sobre la mesa. En ese momento sentí como una sensación extraña recorría mi cuerpo y miré mi mano, no miré a Elisa pero sentí como ella me miraba fijamente.
-Sabes, yo les dije a mis padres que era lesbiana cuando estaba con mi novia hace un año. Ya estaba con ella hacía cinco meses, entonces un día la llevé. Ellos la conocían, obviamente pensaban que era mi amiga, lo bueno es que ella era muy simpática y ya les caía bien. Yo la invité a mi casa una tarde, cuando mis padres llegaron de trabajar, nos paramos frente a ellos y se lo dijimos, ellos quedaron sorprendidos, pero sabían que Belén, así se llama, era una buena chica. Bueno, creo que ya te conté bastante sobre ella -Dijo chistosamente.
Yo sabía que me contaba todo eso porque yo estaba callada, trataba de animarme un poco. Me había soltado la mano mientras hablaba, y yo la volví a mirar de nuevo.
-Espero que mi familia lo acepte así, realmente no soy de preocuparme tanto, supongo que hay un momento para todo, y no creo que sea este. -Le dije
-Lo importante es que estés segura que quieras que lo sepan -Dijo Elisa, en ese momento tocó el timbre y nos fuimos a clases nuevamente.
Luego de varias semanas de clase, nos hicimos amigas y yo no podía dejar de preguntarme si algún día sería capaz de decirle que me gustaba. Todavía no habíamos salido a ningún lado juntas por lo que como amiga, la invité a ir a la Rambla (playa), junto con Lucía el fin de semana. Teníamos pensado ir y comer algo juntas y charlar, algo muy simple.
Era sábado, a las 3 de la tarde nos íbamos a ver, con Elisa y Lucía. Me vestí normal, casi igual a como acostumbro ir al Liceo. Cuando llegué ya estaba Elisa, comenzamos a charlar, con ella, realmente hablaba mucho, no soy de conversar tanto con otras amigas. De pronto me llega un mensaje de Lucía
"Martina, no voy a poder ir, tengo que cuidar a mi hermano, mis padres tuvieron una urgencia y me dejaron con el, disculpas"
Decía el mensaje de Lucía.
-Elisa, Lucía me dijo que no va a poder venir -le comenté enseguida
-No hay problema, nos quedamos un rato aquí, luego podemos ir a un lugar muy lindo que conozco. -contestó con una sonrisa Elisa
-Claro -le respondí, ¿qué lugar sería? ¿acaso me estaba tratando distinto? quizá era mi imaginación...
Luego de un rato, nos fuimos al lugar que Elisa tenía reservado decirme.
-No te preocupes, es solo un parque, seguro lo conoces, solo que me gusta mucho, me gusta mucho el verde, y de ahí podemos ver la playa, y quizás si nos quedamos, el anochecer -me dijo Elisa sonriendo
-Muy bien, si a ti te parece un lindo lugar, entonces no dudo en ir.
El lugar era tal cual ella lo describió, un simple parque, lleno de pasto con unos pocos bancos, donde podíamos ver la puesta del sol y la vista de la playa. Nos sentamos en el pasto, ella me contaba un poco de como le iba en clases de piano, me gustaba mucho que me hablara de eso. De pronto ella me hace una pregunta que me deja algo inquieta.
-¿Estuviste con una chica ya?
-No, aún no, soy complicada, no muchas veces me gusta una chica, y me suelen gustar justo las chicas equivocadas. -Le respondo.
-Está bien, hay chicas que están con la primera chica con la que pueden, no es que tenga nada contra ellas pero yo no soy así -me dice sonriendo, no entendía, ¿me estaba insinuando algo?
-No te hagas la tierna -le digo, tomando un trozo de pasto y tirandoselo en la cara, jugando con ella. Empezamos a hacer una pequeña guerra ,tirandonos pasto.
-Ya ¡ya basta!, estoy toda cubierta de pasto -Dijo Elisa riéndose y quitándose los restos de pasto.
-Quedas linda llena de pasto -le dije riendo, estaba bromeando pero realmente no solía hacer esos comentarios.
-Tu no necesitas pasto para quedar linda -Me dijo Elisa, en ese mismo momento se sonrojó, y me miró a los ojos. Yo me reí, estaba nerviosa, no sabía que decir. De pronto ella se acercó más a mi cara, sin decir una sola palabra me tomo la cara, yo estaba helada, ya sabía lo que iba a pasar. Sentía como mi corazón latía muy rápido, y una sensación especial recorrió mi piel cuando ella tocó la mía. Me besó, dejé que lo haga, y luego la tomé de la cintura, nos besamos por unos segundos, que parecieron minutos.
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Don't Be Afraid
RomanceHola, soy Martina, esta es mi historia. A mis 16 años, una chica cambiaría mi vida por completo. ¿Por cuántas cosas tendré que pasar para poder estar finalmente con ella? *Historia no concluida*