One Shot

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★BAJO LA MISMA ESTRELLA★

Habían pasado 4 largos y duros meses después de la muerte de Augustus Waters. Nada era lo mismo.

Por fin mi madre acertó en la conclusión a la que había llegado desde un principio: ‹‹ No sales de casa, pasas mucho tiempo en la cama, lees el mismo libro una y otra vez, casi nunca comes, y dedicas buena parte de tú tiempo a pensar en la muerte. Estás deprimida››.

Y sí, estaba deprimida, y lo acepto.

Me sentía horrible. Sentía que mi vida nuevamente había perdido el sentido.

Augustus Waters se había convertido en una razón más para vivir, y ahora por extrañas y horribles decisiones del destino, él ya no gozaba de la cualidad de estar vivo.

3 SEMANAS DESPUÉS

Al parecer, yo seguía en mi burbuja depresiva. Había perdido 5 kilos, mi piel había perdido el color y comenzaba a tornarse agrietada, mis labios estaban morados, justo como los tenía antes del milagro; y todo esto era solo por la maldita depresión.

Parecía estar muriendo por fuera, pero no me importaba, porque por dentro ya estaba muerta, no literalmente, pero yo ya no me sentía yo.

Al día siguiente tenía reunión con los oncólogos. De esas reuniones en dónde varios doctores de diversas especialidades se sentaban alrededor de una mesa a hablar de mí (de mi cáncer).

Fui al hospital casi a rastras.

Entonces, me encontraba en pijama, alrededor de una mesa, escuchando como hablaban de mí y lo maravilloso que había resultado el phalanxifor en mi maldito cuerpo de mierda.

──Aún estamos tratando de investigar las reacciones que tendrá el phalanxifor en tú cuerpo después de usarlo por un largo periódo de tiempo. Te mandaremos a hacer unos estudios, que requerirán que te quedes unos días en la UCI. ── dijo el Dr.

──Pero aún no me han preguntado si es que quiero que me hagan esos malditos estudios.

──No, pero en estos momentos no estamos para darte gusto- respondió tajante.

──Bueno…- respondí igual.

Pasaron 3 días, me hicieron los estudios y me quedé 2 días en la UCI. Ahora ya me encontraba en casa.

De repente llegó mi madre algo apurada y me dijo

 ── Hazel, acaban de hablar del hospital, y quieren que vayamos urgentemente

Y en 20 minutos, me encontraba en la misma sala, alrededor de la misma mesa y con los mismos doctores. Sus caras no inspiraban algo bueno, pero seamos realistas, ¿qué podía ser bueno en estos momentos? ¿Qué repentina y milagrosamente el cáncer haya desaparecido de la nada? No lo creo,  algo bueno sería que Gus resucitara, o al menos que yo muriera…

── Hazel, algo malo pasó. El phalanxifor dejó de funcionar correctamente, he hizo que las células cancerígenas se multiplicaran y se extendieran hasta tus huesos. Pero no te asustes Hazel, nosotros nos encargaremos de buscar un nuevo tratamiento para evitar que se extienda más y para tratar el nuevo tumor que habita en tu cuerpo.

La cara de mi madre estaba tan pálida que parecía muerta y sus ojos inspiraban tristeza, parecía estar al punto del llanto.

── Esperen un momento. Ni siquiera me han preguntado si quiero que busquen un nuevo tratamiento. Ya me cansé, mi cuerpo ya no puede más. ¿Por qué no me dejan descansar, aunque ese descanso implique morir, por qué? Estoy harta de vivir artificialmente gracias a las drogas (medicamentos). Sí mi cuerpo ha rechazado el maldito phalanxifor, es porque ya se cansó de aceptarlo. ¿Por qué no me dejan ir de una vez?... ── al decir eso, mi madre quebró en llanto y me dijo que no sabía lo que decía, los doctores estaban sorprendidos, y yo estaba orgullosa de que por fin dije lo que pensaba.

★Bajo la misma estrella✩ (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora