Choi Yeonjun nunca se había interesado en conocer más a fondo a Choi Soobin, ni siquiera tenía pensado tener una conversación con él que no fuera para pedir apuntes o preguntar por cosas que tenían que ver con la clase. No fue hasta que su maestro de física le dijo que podría reprobar la materia si no sacaba una buena nota para poder promediar y así no tener que presentar el examen nuevamente.
Soobin era conocido como el cerebrito del salón y de todo el colegio. Tenía el segundo puesto en el cuadro de honor —el primero lo tenía Kim Namjoon, otro cerebrito el cual Yeonjun no tenía interés alguno en conocer— y no era un secreto que el menor moría por obtener el primer lugar.
Así que a Yeonjun no se le hizo una sorpresa el hecho de que el profesor Boo le pusiera a soobin como su tutor —a pesar de que estaban en grados diferentes. No le molestó pero tampoco le agradó, no le dio importancia; él sólo quería sacar una calificación lo suficientemente buena como para poder promediar.
Yeonjun trataba de convencerse a sí mismo de que no sentía absolutamente nada por soobin.Ya llevaba varias semanas con soobin como su tutor y se había encontrado viéndolo más de lo que debía, e incluso sentía la necesidad de estar con él cada minuto del día. No podía decir que no sabía nada acerca del pelinegro, porque lo hacía; en ciertas ocasiones, Yeonjun le había preguntado por sus gustos y sobre lo que hacía en su tiempo libre —o cuando no estaba con la nariz metida en uno de los tantos libros que tenía.
Bien, tal vez y sólo tal vez, tenía un pequeño enamoramiento con Choi Soobin.
Soltó un suspiro silencioso, tratando de enfocar toda su atención en lo que Soobin le estaba explicando. ¿Por qué tenía que hacer esto? A él no le gustaba la física y la física no gustaba de él.Cierto, si no lo hago voy a reprobar.
Era demasiado difícil poner atención a lo que sea que Soobin se encontraba hablando si tenía a semejante belleza frente a él. De alguna forma, su mirada pasó del cuaderno al rostro del chico; examinó sus delicadas facciones, sus ojos, sus pestañas, su cabello, su nariz, sus mejillas y, por último pero no menos importante, sus labios.
Sus labios. Yeonjun les había puesto muchísima más atención a ellos, preguntándose si se sentirían igual de suaves a como se veían, o si el menor lo golpearía si se atreviera a robarle un beso.
— Supongo que ya sabes lo que es el movimiento rectilíneo uniforme, pero... —Soobin calló al darse cuenta de que el mayor no ponía atención alguna — Yeonjun, ¿me estás escuchando?
El anterior nombrado salió de su pequeño trance. Asintió como respuesta, aunque se había perdido al momento en el que Soobin comenzó a hablar —hace media hora, aproximadamente.
Volvió a suspirar con aburrimiento, las palabras del contrario le entraban por un oído y le salían por el otro. Apoyo el mentón en la palma de su mano, observando al pelinegro con una pequeña sonrisa.
Igual que un tonto enamorado.
— Creo que esto no vendrá en el examen, pero te lo explicaré de todas formas para estar seguros —dijo, sin darse cuenta de que el mayor volvía a perderse en sus pensamientos.
— Soobin-ah —musitó. Una vez que el anterior nombrado le dedicó su atención, volvió a hablar—, me gustas mucho, ¿qué debería hacer?
La sonrisa se ensanchó al ver que el rostro del menor se teñía de un color rojizo y abría su boca levemente en señal de sorpresa.
Estaba seguro de que Soobin no lo rechazaría —no totalmente— puesto que, en todas estas semanas que habían pasado juntos, se había percatado de que cada vez que soobin se ponía nervioso, jugaba con los botones de su playera o con su cabello.
Y daba la casualidad de que lo hacía cada vez que yeonjun lo miraba fijamente por varios minutos, o cuando lo abrazaba por los hombros, o cuando se acercaba mucho su rostro.
Estaba seguro de que Soobin sentía lo mismo o parecido —o simplemente Yeonjun tenía un ego enorme.
Por favor, que sea la primera.
— ¿Qué debería hacer? —repitió al no recibir respuesta alguna, tratando de no hacer notorio su nerviosismo.
Soobin, por otra parte, no sabía qué decir o cómo actuar, ya que aquella confesión había sido un poco —muy— repentina y lo había tomado por sorpresa. Claro está, que a él también le gustaba Yeonjun, más bien, estaba comenzando a darse cuenta de eso.
Carraspeó, tratando de no ponerse más nervioso de lo que ya estaba, aunque juraba que eso no podía ser posible. Miró al mayor y le sonrió levemente.
— No lo sé —respondió—, ¿qué quieres hacer tú?
Besarte.
— ¿Qué te parece si salimos algún día de estos? Sin libros, ejercicios ni nada que tenga que ver con física —alzó una ceja—. ¿Te parece?
— Me parece bien —rió—. Pero ahora mismo tienes que enfocarte en aprobar el examen.
Yeonjun asintió, feliz de que soobin no haya salido corriendo. Se mordió el labio mientras lo observaba de reojo.
— ¡Hyung, deja de mirarme y pon atención! —se quejó avergonzado.
— Lo siento, pero es culpa tuya ser tan bonito— soltó una carcajada al ver al menor ponerse rojo como tomate, intentando no hacer contacto visual con él.
A decir verdad, estaba completamente enamorado de Choi Soobin.
es cortito pero hecho con amor 🤧 originalmente lo había subido como un yoonkook, así que si es un poco ooc es por eso (?)¡gracias por leer! 💓
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ADORE U !
Short Story동경 | 𝐘𝐄𝐎𝐍𝐁𝐈𝐍 : ❝ soobin-ah, me gustas mucho, ¿qué debería hacer? ❞ 𝙮𝙚𝙤𝙣𝙟𝙪𝙣 𝙤𝙙𝙞𝙖 𝙡𝙖 𝙛𝙞𝙨𝙞𝙘𝙖, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙖𝙢𝙖 𝙖 𝙨𝙤𝙤𝙗𝙞𝙣. © itsmyjeon | 2019