05.

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Al día siguiente, fue un poco difícil para mí llegar con bien a la escuela. Había sido un día de mala suerte.

No había dormido lo suficiente, había pasado la noche pensando en cosas -entre ellas aún estaba en ladrón de besos- Coco por la mañana me había dejado un pequeño regalo en el pasillo y si a eso le agregamos el hecho de que mi alarma no había sonado y era tarde, se convertían un gran inconveniente.

Desayune rápidamente, eso después de haberme frustrado frente al espejo. ¿Porque mi cabello no se acomodaba?

Mi madre me llevo a la escuela y entré a ella casi cayéndome. No bromeo, había una piedra en la entrada.

Cuando llegué al salón, abrí bruscamente la puerta. Habían pasado ya diez minutos del timbre de entrada. Inconscientemente había cerrado los ojos. Se me había pasado un poco la mano al abrír la puerta.

Solo un poco.

Pero, después de una serie de eventos desafortunados, la buena suerte hizo su aparición en la escena.

El maestro de algebra no estaba ahí.

Al ver aquello, solté un gran suspiro. Me adentré en el salón y acomodé un poco mi cabello castaño. Sentía las miradas de los demás en mí y traté con todo mi ser de ignorarlos... ¿Nunca habían llegado tarde o algo así? Me senté en mi lugar y acomodé un poco mis cosas. Mi asiento era uno de los del centro, y a las orillas siempre estaban las personas con las que realmente no quería hablar. Y aparte de todo, era un alma solitaria en la vida escolar. No tenía amigos en esa clase.

Una transferencia de salón muchas veces ha sonado muy tentadora.

Solté un gran suspiro cuando escuché como una banca era arrastrada, creando un chillante sonido. Pronto vi a Hwang Renjun frente a mí y realmente quería que un pozo se abriera bajo el piso y me tragara.

―Te vez lamentable.― Si, eso fue lo primero que dijo.

Lo mire por un instante y después negué con la cabeza. Empecé a sacar algo con que entretenerme e ignorar su presencia.

Pero al final solo me límite a responder una palabra.

―Gracias.― No era en serio, era obvio.

Saqué una de mis libretas y un bolígrafo. Él recargó una de sus manos en mi escritorio y me miró fijamente.

―Cuéntame, Hasul. ¿Qué ha pasado para que llegues tan tarde?

¿Acaso se había dado cuenta de ello? Es más... ¿Qué le importaba?

― ¿Realmente te importa?― El ser borde con él, era por una razón. No iba a hablarle bien después de que él me había tratado tan mal, y para el colmo, no teníamos una relación tan estrecha como para llevar ese tipo de trato.

―No, es cierto. No me interesa en lo absoluto.

Solté una sonora carcajada al escucharlo contradecir sus acciones. Ignore el hecho de que todos en el aula se me habían quedado viendo.

Ahora era mejor poner atención en dejar mal a Renjun que en poner atención a sus miradas.

―Bueno, pues no parece así. Cada vez me molestas más y cada vez te interesas más en mis problemas.― solté una pequeña risa y recargue mi mano en la mesa, acercándome un poco más.― Dime Hwang Renjun... ¿Acaso te intereso?

Él me miró de mala manera, se paró de su lugar, regreso la silla a donde originalmente estaba y se dio la vuelta. Se iba a ir, pero antes de esto tenía que hacer su triunfal salida...

Suspicious kiss»  00 LineWhere stories live. Discover now