CAPÍTULO 6: AÚN EN LA OSCURIDAD

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Una cosa es saber que tienes un compromiso y, por ende, tienes que intentar verte bien. Claro, eso dependerá del contexto en que estés. Puede ser desde algo tan formal hasta lo más informal posible. Dejándote a una posible cancelación o sin tanta preparación. Pero ¿aquel joven de cabellos rojos cómo debía tomarlo? ¿Podía simplemente no ir y decirle después que se olvidó? No entendía bien qué hacer. Akira lo invitó a una celebración en el templo Won. Le dijo que no era la gran cosa y que él podría ir como quisiera. No había problema. Incluso en un texto le había dicho que podía traer a la Madam al evento. Cosa que no iba a hacer, pero este aprovechó nuevamente que Seven dejó el teléfono un rato para hacer algo y leyó el mensaje. El pelirrojo terminó con un chinchón en la cabeza por no decirle y negarle la visita. Quisiera o no, él iría. Un problema más al problema. Porque el problema principal era que él no debería ir. Pero esa línea, esa leve franja entre lo que debía y no debía hacer era cada vez más borrosa, menos nítida permitiéndole ¿pisarla sin reproche? Su cabeza no procesaba o no distinguía cual era un movimiento adecuado o no. Ya se había dado cuenta con anterioridad. Que su cuerpo hacía cosas o decía lo que no debía. En un momento se preguntó cuál era el problema, cuál era aquello que le hacía actuar así. Hasta que lo comprendió.

Cuando veía a Akira en el hospital tan pendiente de V por eso días. Ahí le fue bien claro todo. Aquel sentimiento que él no tenía derecho a sentir se materializó en esa mujer, sin darse cuenta cuando, pero se lo había entregado a ella. Su corazón latía. En sus ojos se plasmaban casa facción de ella. Sus ojos color miel, su cabello café intenso, su sonrisa como rayos de sol. De aquello que nunca olvidas su aroma, de los que te impregnan todo tu ser. En las montañas no lo entendió, pero en ese hospital le quedaba claro. En ese entonces, le gustaba la chica de su "padre". La vida sí que era una mierda por hacerle eso, por ser cruel y permitirle sentir esas cosas y más hacia quien. Pero ahora, él la dejó, lo poco que eran ya no era nada. No había ofensa. Aunque el comportamiento de V no era el mejor por no decir que tenía ganas de romperle la cara. Fue cruel e insensible con una inocente, Akira no merecía promesas de amor cuando él iba a volver a los brazos de Rika, no merecía cada palabra que le daba en aquella montaña. Porque él lo escuchó todo, esas "promesas" que él decía, que pedía más tiempo con ella o haberse conocido antes de Rika. Aunque esa también era una sorpresa. Rika viva, ¿por qué se comportó así? ¿Tan poco valía la RFA para ella que los dejó al aire? Generó todo un caos en la RFA. Cada miembro no sabía qué hacer. No comprendía nada, y las dudas que V prometió disipar no las hizo, por el contrario, los dejó para ir tras ella. Para amarla más, dejando un caos y dolor en los demás. Los dejó a todos.

Pero ahora él estaba ahí. Siendo jalado de las muñecas por la Madam y Yoosung. Todos en las calles los miraban raro. Pero era comprensible. Mientras la Madam decía al aire qué debía ponerse para ir a aquel templo, a solo dos días. Seven se conformaba con ir con sus típicos jeans, polo blanco, zapatillas y chaqueta verde. Era suficiente, no sentía que era necesario algo más ni Akira le había pedido que fuera de cierto modo. Además, siendo él, tenía que pasar desapercibido y no sentía que mereciera comprarse algo porque ni sabía si debía ir. Las dudas volvían a su cabeza. Esa voz que cada ves era más y más leve le decía que se detenga, que se aleje de esa mujer, pero no lo hacía. No es que no lo supiera, pero solo un poco más. No iba a pedir más, no iba a pedir ni un abrazo, ni un beso, ni una caricia y mucho menos su amor. Solo un poco de tiempo compartido, algo que pudiera perdurar en su memoria. Solo eso, no pediría más, solo un poco del tiempo de Akira y recuerdos para cuando ella encuentre a alguien que sí le pueda dar todo, una vida normal, digna, libre, feliz. Todo lo contrario, a su patética vida.

Pero la Madam gritaba que necesitaba ropa. Por si no fuera peor, llegó Yoosung. Diciendo que se le pasó por los exámenes la celebración del templo Won, que Akira le había dicho con tiempo. Y que necesitaba ropa especial para la ocasión. Seven simplemente le dijo lo que el planeaba y que Akira no se haría problema, pero no contaba que esa pelea fuera de dos contra uno.

UNA ORACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora