A quien le importa el tema:

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Es verdad que la vida está llena de cosas irrelevantes, mientras, otras importantes pasan desapercibidas. Pero y eso ¿a quién le importa? Es más fácil pasar la vida pensando en trivialidades, casi felizmente, que pensar en cosas más importantes. Porque, las cosas importantes muchas veces son motivo de preocupación “innecesaria”.  ¿Qué es importante y que es trivialidad? : El dinero, amor (si es que esto es posible), libertad.  No, la gente no piensa en estas cosas como lo que son.  Piensa en ellas como cosas necesarias para salir del paso en el momento, para hacer sus existencias soportables; para convertir su día a día de esclavismo social en algo tolerable. ¿Qué es amor para muchos? Es un escape, fuente de placer sexual, una persona a la que aferrarse para poder decir que tienen algo en este mundo que es suyo. Y ¿la libertad? Es su capacidad de ir y venir como les da la gana, de un par de brazos a otro, de una tienda a otra, de una moda a otra, de un partido político a otro, de un sitio a otro cualquiera. Y esa es toda la libertad que necesitan para vivir conformes. ¿Y el dinero? Condenado dinero, la libertad está vendida por el dinero, tal vez ya no sean esclavos los que trabajan a favor del oligarca, antes, al menos, los esclavos eran conscientes de ser esclavos y luchaban por ser libres, ahora, los empleados, sospecharan de su condición de esclavo, pero están a gusto con el dinero, no tienen más opción que estarlo, les es más útil que su libertad. Al fin y al cabo, con esta última no saben qué hacer. Y es que en la escuela nos enseñan a leer, que quizá sea lo único bueno que nos enseñan; pero no nos enseñan cosas importantes,  como amar o ser libre de verdad. Por lo menos nos dan la herramienta para intentar aprender por nuestra cuenta, aunque después, con sus reglas cuadráticas y sus moldes nos conviertan en modelos renovados de lo que son. Eso es lo que pasa, es triste que la vida se viva con tan poca significación. Y que cada ser humano viva y muera sin ningún sentido más allá de haber sobrevivido el tiempo que lo hizo; y de haber prologado su árbol genealógico. 

Cosas que pasan por mi cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora