Capítulo 4

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Soobin abrió el refrigerador y sacó unas cuantas verduras que después de que las lavo me pidió que las cortara. Soobin se encontraba a lado de mí, en la estufa maniobrando ágilmente el sartén.

-Listo, hecha las verduras al sartén.-ordenó.

Yo con mucho cuidado las tire de la tabla donde las corte al sartén. Podía sentir la respiración de Soobin Justo en mi oído causándome un ligero escalofrío.

-Solo hay que revolverlo, dejar que se junten bien y bon appetit.-dijo haciendo la típica mano italiana provocándome una risa.

-Que linda.-dijo Soobin.

Yo volteé a verlo inmediatamente.

-Me refiero a tu risa. Digo, no es que tú no seas linda-empezó a explicarse, nuestras miradas estaban conectadas y eso al parecer solo ponía más nervioso a Soobin-eres linda pero me refería a tu risa pero no me malentiendas digo tu risa es tuya así que si tu eres linda hay una gran probabilidad de que tu risa también...

-Creo que ya entendí.-dije dedicándole una sonrisa para que supiera que todo estaba bien.

Después de eso Soobin terminó de cocinar y nos sentamos uno a lado del otro en la barra de la cocina.

-¡Wow! Que bien sabe.-dije mientras disfrutaba del platillo.

-Gracias, me gusta mucho comer así que he aprendido a cocinar para así poder ser independiente de estar comprando comida todo el tiempo. Además es un buen modo de distracción de vez en cuando.

-Pues en serio eres excelente cocinando.-comenté mientras comía la última rebanada de mi plato.

-TN, no te muevas, tienes una mancha.-dijo Soobin viendo a nivel de mi barbilla, lamió su dedo pulgar, se inclinó hacia mi y delicadamente me quitó la mancha que tenía debajo de los labios.

Mientras el estaba limpiándome yo alce la vista y lo examiné apenas unos segundos, podía ver que su piel era demasiado suave, y mientras sonreía se le marcaban hoyuelos en cada una de sus mejillas. De repente Soobin alzó la mirada haciendo que nuestros ojos se encontraran. Sentí como mis mejillas se coloraban. Estábamos tan cerca el uno del otro, nuestras respiraciones se entrelazaban y eran lo único que se escuchaba. De un momento a otro Soobin lentamente fue disminuyendo la distancia entre ambos hasta lograr unir nuestras bocas en un beso delicado, suave y dulce.

-TN, no tienes idea de cuánto había estado esperando esto.-dijo dedicándome una sonrisa de oreja a oreja.

Volvimos a besarnos, esta vez con un poco más de pasión de por medio, nuestras temperaturas corporales empezaban a ascender poco a poco y el tiempo se empezaba a detener alrededor de nosotros convirtiéndose todo en solo un ahora. Soobin se bajó de su silla parándose frente a mi mientras nos besábamos, y con sus manos empezó a recorrer toda mi espalda poco a poco, delicadamente, como si fuera una muñeca de porcelana. Separo sus labios y los llevo hasta mí desnudo cuello. Mis respiraciones se empezaban a acelerar acompañadas de alguno que otro jadeo y Soobin no paraba de hacerme estremecer ante la sensación de sus labios en mi piel.

-Creo que es necesario un postre.-dijo Soobin.

-¿Un postre?

-Tú, TN. Tu eres mi postre.-dijo antes de volver a besar mis labios los cuales sonreían ante la ternura de su comentario.

Soobin me acerco aún más a él y me tomo de la cintura levantándome, entrelaze mis piernas en su torso mientras mis manos jugueteaban con su cabello. Así como me tenía cargando me llevo a la mesa del comedor a tan solo unos metros de distancia, me sentó y mientras me seguía besando empezó a quitarme cuidadosamente mi blusa desabrochando los botones de abajo hacia arriba. Cuando finalizo dijo:

-Tú ya me comiste con la mirada en mi cuarto, creo que ahora es mi turno.

Me puse más roja que un tomate de la cara pero no deje que me ganara la pena esta vez.

-Solo cállate y bésame.-dije juntando nuestros labios nuevamente.

Exploramos la boca del otro a diestra y siniestra hasta que Soobin se separó y empezó a explorar mi vientre primero con sus manos las cuales eran tan grandes pero cálidas y confortables, después acercó sus labios a mi vientre y empezó a depositar besos húmedos por todas partes. Mientras Soobin exploraba con sus labios mi vientre no pude evitar soltar un gemido.

Soobin se separó, me vio a los ojos.

-Que linda.-dijo haciendo referencia al comentario de hace rato.

Soobin se separó de mí y se quitó su playera revelando su abdomen marcado que antes en su alcoba había logrado ver. Mi boca estaba hecha agua. Soobin volvió a atacar mis labios y mientras utilizaba sus manos para tratar de despojarme de mi sostén, objetivo que le costó trabajo pero logró. Empezó masajearlos lenta y placentera mente logrando estimular mi ser.

-Soobin.-gemí ante uno de sus movimientos.

Esté esbozó la sonrisa más orgullosa que jamás hubiese visto, al parecer había disfrutado escucharme.

Soobin bajo su mirada a mi pantalón.

-TN, ¿puedo...-empezó Soobin tímidamente.

-Claro, quítalo.-dije esbozando una sonrisa de confianza.

Soobin se deshizo de mi pantalón y poco después también de mis bravas hasta dejarme completamente desnuda. La boca de Soobin fue directo a uno de mis pezones y mientras que su mano izquierda jugaba con mi otro pecho, su mano derecha empezaba a descender peligrosamente hacia mi sexo.

En cuanto sentí el tacto de Soobin en mi clitoris un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, el alzo la mirada para verme a la cara asegurándose de que estaba bien y en cuanto lo verificó empezó a mover lentamente su dedo medio en mi clitoris estimulándolo poco a poco.

Con el paso de los segundos Soobin empezaba a intensificar la velocidad de sus movimientos cada vez más y más provocando que emitiera varios gemidos y que mi espalda no dejase de estar arqueada.

Y antes de que llegase a mi desenlace Soobin se detuvo abruptamente. Volvió su rostro y unió nuevamente nuestros labios dándome un beso lleno de ternura y dulzura. Fue entonces que volvió su mano a mi intimidad pero ahora se posicionó su dedo en mi entrada completamente húmeda.

Solté un ligero gemido y Soobin me pidió permiso con sus tiernos ojos. Así, poco a poco mientras nos besábamos fue metiendo lentamente su dedo hasta no poder más y vaya que tenía manos grandes. Luego empezó a sacarlo y a repetir este movimiento lentamente pero mientras el veía que yo me iba acostumbrando a tenerlo dentro empezó a introducir y sacar más rápido su dedo. Cada movimiento me volvía loca, es como si me matara y me trajera a la vida en la misma acción, ya no podía contenerme, todo el me tenía hechizada.

-Soobin, abre la puerta, olvide mi llave y no puedo entrar.-grito Kai desde el otro lado de la puerta mientras tocaba el timbre repetidas veces.

-Creo que tendremos que dejarlo para después.-finalizó Soobin.

Cat & Dog (TxT y tú) Lemon +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora