Juntos Una Vez Más [#1]

25. If you want me

James

—¡Tengo que subirle volumen!— se emociona Emily al escuchar la canción que aparece de su playlist que está conectada al BMW.

—Que no sea de esas canciones ridículas.

—Cierra la boca, que Taylor Swift no es ridícula— se pausa unos segundos— Sus canciones reflejan todas sus relaciones, y digamos que no le va bien en el amor así que todos se relacionan con eso.

—¿De que sirve seguir queriendo si todo el tiempo te van a joder? La gente es muy absurda— suspiro riendo por la estupidez de lo ordinario— ¿Seguir queriendo? Son un montón de imbéciles que no tienen como ocuparse la vida y creen que teniendo a alguien a un lado le encontrarán sentido o como siempre... se acostumbran a dar puta lastima.

Sigo mirando al frente ya tan solo falta poco para llegar a la mansión Miller. Miro de reojo como sube el volumen de la canción y se escucha en todo el BMW. Everything has changed- Taylor Swift ft Ed Sheeran.

—¿Y si el sentido de la vida es ser feliz con alguien que te haga feliz?— la escucho a mi lado— Entonces valdría la pena seguir queriendo, James.

Volteo mi cara a verla por unos segundo para ver cómo pausa la canción.

—Pero la felicidad no durará todo el tiempo, Emily. Y una misma persona no solo puede hacerte feliz, puede hacerte enojar, maldecir, llorar, reír y todas las jodidas emociones juntas. Así que no busques un cuento de hadas, en personas así porque no está ni cerca de intentar serlo— soy sincero.

Se que Emily debe querer estar con alguien que sea perfecto para ella, todo lo que busca y que encaje en su rompe cabezas. No tendría que luchar intentando encajar una pieza única en donde no va.

Pero aún no quiero irme.

—Creo que estamos de acuerdo en que una misma persona puede llevarte en una montaña rusa y sin seguridad, no sabes si caerás en el camino.

—Y con calentura— agregó con diversión haciendo que me mire con su ceño fruncido— ¿No es eso lo que te provoco, no?. Creo que es la primera vez que un ángel arde en algo.

La idea de que no soy el único que parece quemarse en este de juego. Me está jodiendo la cabeza, no ha dejado de joderla desde...  ¿A quien engañó? Todo el maldito tiempo.

Aún cuando intento mantener mi postura, siempre me involucró. Y se que no está bien. No lo está desde hace tiempo. Porque los demonios y los ángeles no habitan en lugares parecido... lo sé, siempre lo supe.

—Como si el demonio no ardiera por un ángel— suelta y se tapa la boca sobreactuando con exageración— No puede ser... lo dije— se toma el pecho y me mira— En fin, tampoco digo mentiras.

Comienzo a reír haciendo que mi risa se escuche por el BMW.

—¿De que te ríes?— inquiere.

—Los demonios viven ardiendo, Emily— le digo obvio.

—Pues tú pareces vivir el doble de ardido porque lo único que sale de ti es pura calentura— me mira mal.

—¿Y que te preocupa? ¿Que me consuma?— veo cómo sus mejillas se enrojecen— Digo... ¿Me vas a bajar la jodida calentura, reina del drama? Porque eso si sería arder con elegancia y placer. ¿Ya quieres hablar de pecados?