Hola a todos. Este OS forma parte de un amigo invisible en el que participamos 12 escritoras. A cada una nos han tocado las ideas de otra y hemos tenido que crear la historia en base a ellas. Yo he tenido la suerte de que me toque mi querida upendi_21 .
Ana es una de las escritoras que mas admiro y encima es una de las que mas me ayuda en todo este mundo de la escritura. Al principio me costó porque tenía miedo de no estar a la altura. Al final estoy bastante contenta con el resultado, espero que os guste esta pequeña locura. Nos vemos al final.✈ ✈ ✈
Raoul se moría de sueño esperando. Eran las 6 de la mañana y su puerta de embarque ya estaba llena de gente preparada para subir a ese avión. Algunos hablaban animadamente entre ellos. Demasiado alegres y enérgicos para su gusto. Odiaba madrugar tanto.
Pero trató de ser positivo, no todos los días se va uno a Nueva York.La voz metálica de una mujer le terminó de despertar. La megafonía avisaba de que su vuelo iba a abrir las puertas. "Ya era hora". También odiaba esperar.
Cuando por fín entró en el avión, su mal humor mañanero se cambió por un cosquilleo nervioso en el estómago. Se quitó rápidamente la chaqueta porque un calor le subió desde el pecho hasta la cara, dejándolo un poco sin aire. Se sentó en su asiento y trató de calmarse. Cerró los ojos y se concentró en su respiración, en los sonidos de la gente a su alrededor, en el movimiento de alguien que se sentaba en su asiento contiguo, en como carraspeaba la garganta y en un olor a sal que le llevó de un plumazo a la playa de su pueblo, donde tantas veces había encontrado la paz. Notó como su cuerpo se tranquilizaba hasta que volvió a abrir los ojos sintiéndose ya recuperado.
- ¿Te encuentras bien?.
Una voz dulce y cantarina como la de un jilguero lo recibió. Giró la vista hacia su compañero de asiento y se topó con unos ojos marrones como el café, llenos de vida y vestidos con las pestañas mas bonitas que había visto nunca.
- Si...es solo el miedo inicial, pero se me pasa rápido.- contestó algo avergonzado.
- ¿Es la primera vez que vuelas?
- No, que va, lo hago muy a menudo debido a mi trabajo pero, es la primera vez que hago un vuelo tan largo y me angustia un poco, la verdad. No me gustan mucho las alturas.
El chico tenía una barba perfectamente cuidada, alrededor de los labios carnosos, y con la misma elegancia que un cisne, le sonrió amablemente, provocando que su corazón se saltara dos latidos. "Vuelve a sonreir asi por Dios".
- Yo amo volar. Me siento libre.- dijo con mirada soñadora.
- Ojalá poder disfrutarlo como tú, suena genial dicho así, desde luego.
Ambos se quedaron un segundo mirandose y sonriendo.
- Me llamo Agoney, por cierto.- dijo el moreno, ofreciéndole la mano en gesto amistoso.
- Yo soy Raoul, encantado.
En cuanto sus manos se estrecharon, ambos sintieron una corriente eléctrica subir por sus brazos hasta el pecho. Para ninguno pasó desapercibida la piel erizada del otro. Otra mirada tímida y sonriente los acompañó.
- Tienes un nombre muy poco común.- trató de romper el momento.
- Eso es porque no estamos en Canarias.
- Ya decía yo que tu acento era demasiado bonito para ser de por aquí.
Esta vez fue el moreno quien se sonrojó.
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Destino
Short StoryRelato corto. ¿Cuántas historias podemos encontrar dentro de un avión? Cientos de vidas se entrelazan en un mismo camino, la mayoría ajenas a que tal vez y solo tal vez, encontrarse era su destino.