Ganas o Mueres I - [S.M.] ✓

Capítulo 2

2 | † Maldito †

Las palabras de la señora Daniela eran muy suavez, ella siempre tomaba con calma cualquier situación; ella siempre sabía que hacer.

—¿Y si pasa algo malo?— Pregrunté un poco asustada.

—No pasará nada malo Alisson. Debería de confiar en su padre.

—Yo confío en mi padre... Pero tengo miedo que algo le pase al reino; que algo malo le pase a mi padre...

—¿Por qué piensa eso niña?

—Yo no conozco a la familia Mendes, pero a lo que he oído, esa familia es muy poderosa y maniluladora.

Daniela dió un suspiro corto. —No, no diga ese tipo de cosas niña Alisson—.

—Sólo Alisson— Dije de nuevo. —...Y, ¿Por qué no? Aparte no son inventos míos, he oído a mi padre decir miles de veces.— Me excusé.

—¡Shhh!— Daniela se puso un dedo en su boca en modo de silencio. —No vuelva a decir eso, si su padre la llega a escuchar decir esas tales cosas le irá demasiado mal Alisson.— Me dijo con un tono serio.

—¿Decir la verdad?

La señora Daniela se acercó más a mí, y me susurró al oído. —Ay niña... Usted es demasiado terca, y no sabría como contestar a su pregrunta, porque yo no conozco a la familia Mendes, y sí... También he oído a su padre decir que esa familia es muy poderosa y debemos de tener mucho cuidado con ella—.

—Princesa Alisson.— Dijo uno de los guardias de mi padre haciendo una reverencia.

—Digame.— Dije mientras lo miraba fijamente.

—El rey ordena que vaya a su despacho lo antes posible.

—Okay, iré en unos momentos. Gracias por avisar.

El guardia volvió a hacer una reverencia, y luego se retiró.

—Tengo que retirarme señora Daniela.

—No tiene que avisarme Alisson. Ahora vaya con el rey, no queremos que se ponga furioso.

Yo le solté una sonrisa a la señora Daniela, y me levanté de mi asiento.

Comencé a caminar por los pasillos del castillo, y al llegar al despacho de mi padre, tuve que tocar un par de veces.

—Pase.— Oí que decía desde adentro.

Yo asentí, y abrí la puerta, al entrar sentí muchos escalofríos. Mi padre siempre tenía su despacho a una temperatura muy baja.

—Me han avisado que querías que estuviera aquí.

—Sí. Necesitamos hablar.

Me fuí acercando cada vez más hacia el escritorio de mi padre, y me senté en una de las sillas que se encontraban adelante de su escritorio.

—¿Pasa algo?

—Sí— Mi padre dejó de revisar unos papeles, y me miró. —Es sobre tu hermano y la cena—.

—¿Qué ocurre con eso?

—Tu hermano ultimamente se ha comportado de una manera inaceptable. Él podrá se muy hijo mío, pero también soy su rey y hay reglas.

Yo permanecí callada. —Sé que eso a ti no te importa, pero sólo quiero que sepas que si cambio de opinión sobre el futuro rey de Inglaterra no quiero que se sorprendan—.

¿Por qué me decía eso? ¿Yo que tenia que ver con eso? De igual manera yo no sería coronada ni nada por el estilo, simplemente era la princesa del castillo Phillips.

Y dentro de algunos años más tendría que ir en busca de algún príncipe, duque, o lo que sea para poder ascender, cosa, que no me interesaba mucho.

—Okay.— Dije muy cortante.

—Y acerca de la cena... Quiero que luzcas como la princesa que eres. Nada de ropa inadecuada; Si es necesario, que alguien del reino te acompañe a comprar un vestido elegante. Quiero que impresiones a la familia Mendes.

No pude evitar hacer un gesto de disgusto. Si algo que odiaba demasiado, era usar vestidos de cualquier tipo.

—Está bien. ¿Ya es todo?

—Sí, ya puedes retirarte.— Su voz sonaba seria.

—Está bien.— Me levanté de la silla, y comencé a caminar hacia la salida.

—¡Hey hija!

Me dí la vuelta. —Quiero que hoy vayas a comprar el vestido, y recuerda... Algo elegante.— Hizo énfasis en la última palabra.

Asentí con la cabeza, y seguí caminando hasta la salida.

Al estar afuera del despacho, la única persona que se me vino a la mente que podría acompañarme a elegir algo elegante fue la señora Daniela.

Sin perder más tiempo, me dirigí hasta la cocina donde seguro ella estaría preparando algo.

Al llegar a la cocina, ví a la señora Daniela de espaldas.

Me acerqué a ella silenciosamente, y le dí un gran abrazo.

—¡Princesa Alisson!.— Gritó asustada. —...me ha metido un gran susto.- Me respondió con la respiración agitada.

—Perdón señora Daniela, vengo a pedirle un gran favor.

—Claro Alisson, ¿Qué se le ofrece?

—Como ya le había dicho, mi padre hará una cena con el reino Mendes, y quiere que vaya a comprarme un vestido elegante. Me ha dicho que puedo llevar a quien yo quiera. ¿Podría acompañarme usted?

La señora Daniela me soltó una sonrisa. —Claro princesa Alisson—.

—Muchas gracias.

La señora Daniela llamó a otra cocinera del reino, y luego sólo se quitó el mandil y lo colgó.

—No perdamos más tiempo niña Alisson.

Sonreí, y tomé a la señora Daniela de la mano y comenzamos a salir de la cocina para posteriormente estar fuera del reino.

Al estar ya afuera, le pedí a uno de los choferes de mi padre que nos llevara a la tienda de vestidos de Inglaterra lo más rápido posible.

El chofer asintió, y la señora Daniela y yo nos subimos en la parte de atrás del auto.

No duramos ni 40 minutos en llegar a la tienda de vestidos que quedaba en el centro del país.

—¿Puedes esperarnos aquí?.— Le dije al chofer mientras la señora Daniela y yo nos bajamos del auto.

—Sí, su majestad.

—Gracias.

La señora Daniela y yo nos alejamos del auto, y nos adentramos en la tienda.

Al estar adentro, me asombré mucho, eran vestidos muy lindos y elegantes, lastima que no sea muy fan de usarlos.

—Princesa Alisson, por acá hay unos vestidos muy lindos, venga a verlos.— Sonó entusiasmada.

Me acerqué a donde estaba la señora Daniela, y me sorprendí más.

Eran vestidos muy pegados y con diamantes sobre la parte delantera. De verdad eran muy hermosos.

—Son realmente hermosos señora Daniela.

—Lo sé princesa, se verían muy lindos en usted.

Me acerqué más al vidrio que separaba los vestidos de las personas.

—¿Le gusta algún vestido Alisson?

—Sí, me gusta este vestido...

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!Aguantaaaaaa!
Hay princesas no tan princesas, aquí una prueba lectora de Alisson jajaja

¿Qué opinan sobre la historia? Sé que apenas es el capítulo dos, pero no coman ansias JAJAJA el dolor llegará pronto :)

Karina