Como todos los días me levanto temprano, me cambio, pruebo tres remeras diferentes, aun sabiendo que voy a usar un sweater que me va a cubrir y no se va a ver. Insegura.
Como todos los días voy hacia el baño, me lavo la cara, cepillo mis dientes, me peino. Mirándome al espejo constantemente. Busco la cartera donde tengo maquillaje, delineo mis ojos, pongo mascarilla en mis pestañas e ilumino smi nariz y pómulos.
Desayuno a las apuradas, nada muy producido, y me voy a la escuela. Un día de mierda, aguantar los mismos compañeros del año anterior, mirarlo a el y recordar todo.
Los comentarios, los comentarios de la gente, mas gente hablando mal, de vuelta. Mas cosas que organizar y mi memoria en la mierda. No recuerdo la mayoría de las cosas la mayor parte del tiempo. Pasa la mañana, materias de mierda con profesores de mierda, saliendo a una hora de mierda, 1 pm.
Vuelvo, voy directo a mi habitación, por lo general no paso tiempo con mi familia, salgo para comer, solo comer, y poco. Nunca hablan, mas que de economía, son de esas familias que creen ser perfectas por el simple hecho de dar gracias por sus alimentos e ir a una iglesia los domingos. No, no lo son, no están cerca de serlo. Y si no hablan de economía, es de política, y una cosa lleva a la otra que al fin se convierte en una conversación destinada a la critica de las personas, cosas, acciones, programas. No lo aguanto, no soporto que todos los días sea lo mismo, criticar y criticar.
Y como siempre me voy lo mas rápido posible, levanto mi plato y vuelvo a mi habitación. Me recuesto. Mis ojos buscan cerrarse del sueño pero antes de quedarme dormida me levanto, vuelvo a cambiarme y me voy. Me voy a la plaza, esperando encontrar a alguien. Me fumo un porro con una amiga. Ahí me siento mejor, saliendo de lo rutinario, la realidad. ¿Pero esto no es real? Lo vivo, lo pienso, lo analizo. Busco el porque de las cosas, pienso en donde estoy parada, en la vida. ¿Como se siente? Se siente bien, contenta de donde estoy. Pienso en las ciudades mas grandes, las esquinas en los semáforos, como en las películas, una multitud de gente esperando en las esquinas que de el verde para pasar el peatón. Colas de autos infinitas.
Mi caso no, es tranquilo, una ciudad mas chica, poco movimiento. Caminando a mi propio ritmo sin chocar con nadie. Lo pienso.
¿Y mis amigos? No soy de las personas que le gusta salir a fiestas, boliches. No soy de ellos. Me gusta eso. Me gusta ser como soy, me gusta ir a ver bandas locales de vez en cuando, ir a un bar, una casa, amigos, tranquilo. Estoy y me siento justo donde tendría que estar.
Pero, pero, tengo que volver. Por lo general vuelvo tarde, siempre.