•PRÓLOGO•

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Miró ansiosa sus labios.

Partió de ellos.

"¿Era él?"

Sus labios nunca los confundía, eran iguales; carnosos y redondos, capaces de desaparecer cuando una hilera de blancos dientes robaran la atención, "¿Sí era él?"

Su porte era el mismo, una postura normal en alguien joven y de tamaño pequeño; desinteresado y jovial. "Pues si parecía él."

Sus ojos no le mentirían, por mismo motivo, evitó mirarlos al principio, "¿Qué haría si fuera él?"

Y entonces lo encontró.

Bajo una mirada risueña y encendida, una mirada de niño pequeño completamente feliz, esos ojos cálidos que había visto casi cada día de su vida.

"¿En serio sí era él?"

Lo miró en conjunto, parado frente a ella, al fondo del corredor de una casa que había visitado cientos de veces y que ahora le resultaba ajena y fría; sonrió de nuevo ante su confusión y ya no hubieron dudas.

Era él.

Era él bajo un aura aterradora.

Era él bajo un manto rojo de sangre.

Era él sosteniendo un cuchillo de la cocina.

Era él, sencillamente eran ellos, los mismos de siempre, con cuchillos ensangrentados y cuerdas ciñendo muñecas.

"Solo éramos nosotros".

Sociopath KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora