T-ODD-O [REESCRIBIENDO] [+18]✔️

CAPÍTULO XVIII

[Editado]

Punto de vista de Colette Stansonn

Al salir del restaurante caminamos juntos hacia el auto.

Odd tomo mi mano mientras caminábamos, volteé mi cara hacia él con el ceño fruncido. Su perfil estaba sereno, se miraba jodidamente bien cuando estaba concentrado.

Su mano me soltó al abrir la puerta del auto.

—Que amable—murmuré para mis adentros.

—¿Qué?—preguntó, nerviosa negué con la cabeza.

—Nada—dije con media sonrisa entrando al asiento del copiloto.

Una vez dentro, Odd arrancó el auto y salimos en una dirección desconocida para mi. No conocía esta parte de la ciudad, habían muchas tiendas y edificios.

—¿A donde nos dirigimos?

Pregunté curiosa, el auto se aparcó frente a una joyería muy elegante y enorme.

¿Que hacemos aquí?

—Bajemos—Odd apagó el auto haciéndome salir con él.

—Espera Odd, ¿que hacemos aquí?—avancé hasta estar a su lado.

Me tomó de la mano entrelazando nuestros dedos.

—No digas nada, sólo acompáñame.

De cierta manera me calló, en silencio me mantuve a su lado. Una mujer de mayor edad se nos acercó.

—Señor Wallace, bienvenido, aquí está toda la sección de anillos que usted pidió que estuviera lista.

Me congelé bajo su agarre.

¿Anillos? ¿Me comprará un anillo?

Mis manos ahora temblaban y mi corazón estaba alterado. Odd me jaló consigo hacia donde la señora le mostraba.

Sacó una pieza que cargaba más de quince anillos diferentes, unos grandes, otros pequeños, otros delgados y otros gruesos. Mi boca estaba abierta de lo sorprendida que había quedado.  Mis ojos contemplaban las maravillosas joyas frente a mi.

—¿Cual te gusta?

—¿A mí?

Tragué fuerte viéndolo con el ceño fruncido.

—Claro amor, es para nuestro compromiso—dijo sonriéndome y luego viendo a la señora del frente.

Oh. Está actuando frente a la señora. Que idiota soy, claro que en un compromiso debe haber un anillo.

—Cierto amor—sonreí viéndolo a los ojos y luego giré mi vista hacia los anillos.

—Me gustan los dorados.