23.- Imprevistos

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Capitulo XXIII



MinHo estaba recargado de su brazo mientras veía a Kibum dormir. Con cuidado de no despertarlo acaricio la mejilla del pelinegro, sonriendo al ver que Kibum hacia una mueca. En cuanto se arreglaron para dormir y sintieron la cama, ambos habían quedado dormidos. Minho no se dio cuenta cuando fue que quedó dormido Kibum y tampoco él. Pero despertar a lado de Kibum, sin duda había sido lo mejor. Se sentía pleno al ver al contrario dormir a su lado. Seguía acariciando la mejilla del contrario ¿siempre había sido así de suave?

- Eres bellísimo Kibummie – susurro Choi con sinceridad.

- Lo sé – respondió el contrario aun con los ojos cerrados.

Minho rio un poco y retiro su mano del rostro de Kibum. Este se estiro un poco en su lugar para después encarar mejor al moreno.

- ¿Desde cuándo estas despierto? – cuestiono.

- Desde que comenzaste a acariciar mi mejilla –

MinHo sonrió algo avergonzado al igual que Kibum.

- Buenos días Min –

- Buenos días Bummie – respondió MinHo acomodando los mechones negros que cubrían la frente de Kibum - ¿Cómo dormiste? –

Kibum se acercó al cuerpo de MinHo y paso una mano por el abdomen de este para recargar su cabeza en su pecho.

- Creo que nunca había dormido tan bien como hoy – admitió.

Minho trato de no reír ante eso. Según recordaba, Kibum moría de vergüenza decir ese tipo de cosas y era algo raro escucharlo decir eso. Lo único que hizo fue sonreír y abrazarlo de los hombros.

- Opino lo mismo que tu – dijo MinHo sonriente.

- ¿Crees que ya deba casarme? – pregunto de la nada Kibum y MinHo frunció el ceño.

- ¿Qué? –

- Si no he dormido bien este tiempo y con compañía lo hago... tal vez ya deba casarme – dedujo, haciendo reír al moreno.

- Eres un chico muy raro –

- Pero lo digo en serio – Kibum hizo un puchero haciendo reír aún más al contrario.

- Cuando no puedas dormir, puedes venir aquí cuando quieras – dijo dando un beso en los labios del pelinegro, deshaciendo el pequeño puchero que tenía.

- Tomare tu propuesta – sonrió Kibum acomodándose nuevamente entre los brazos de MinHo.

Se quedaron en silencio un rato, disfrutando de ese momento hasta que MinHo volvió a hablar.

- ¿En serio ya piensas en casarte? – pregunto algo serio y confundido al mismo tiempo haciendo reír a Kibum.

- Solo era una broma –

MinHo rio y negó al mismo tiempo. - ¿Vamos a desayunar? –

Kibum se alejó de MinHo y asintió gustoso. Ambos chicos se pusieron de pie. Minho llevaba el pijama que siempre usaba, un pantalón gris junto una playera de manga corta color blanco y Kibum llevaba un pantalón corto color negro junto una playera igual a la de MinHo. Aunque le quedaba algo holgada debido a la diferencia de cuerpo de ambos chicos.

Antes de que Kibum pudiera salir de la habitación, su teléfono comenzó a sonar. Minho salió por completo de la habitación para dejarlo hablar con privacidad. Se dirigió a la cocina y comenzó a sacar los utensilios que usaría. Estaba feliz, le emocionaba saber que estaría con Kibum toda la mañana y si se podía, todo el día. Se acercó a la nevera para sacar los ingredientes. Haría unos huevos revueltos con tocino y café. Los pasos de Kibum acercarse hicieron que volteara, llevándose la sorpresa de que Kibum ya se había cambiado.

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