0

15 2 0
                                    

-¡Te he dicho que me sueltes!-  lo único que podía hacer era gritar a lo que mis pulmones y garganta me lo permitieran, dejando salir gritos roncos y cansados. Sentí como alguien se acercaba a mí, mi cuerpo estaba alerta ante cualquier situación extraña, mis manos inmóviles por esa cuerda y mis ojos cubiertos por esa venda, hicieron que reaccionara un poco tarde al sentir como tomaba bruscamente mi mandíbula para quitarme así la venda de mis ojos.

-Haremos un intercambio, tus gritos son un fastidio y aún no sabemos que pasará contigo-  dijo ese hombre de traje blanco, poniendo  su mano en mis labios acariciando  de estos, introdujo su dedo índice en mi boca y yo seguí ese juego, trataba de amarrar la venda atrás de mi cabello poniendo una rodilla entre mis piernas, di acceso a este, dejándome parecer totalmente controlada, cuando este se agachó hasta donde mí, ya le había golpeado lo mas fuerte que pude su entre pierna, para después morderle la mano a este, así cayendo en el suelo de dolor. Me levanté lo mas rápido que pude y desamarré mis manos con el filo de una estatua que estaba a mi lado, moviendo la silla en el mismo lugar -Debería de darte un estúpido libreto de como secuestrar bien a alguien, ni eso sabes hacer, idiota-

Salí corriendo de esa horrible habitación, encontrándome con un pasillo oscuro como una noche en  tinieblas, con una alfombra larga color carmesí, lamparas opacas coñor rojo que alumbraban cada una de las puertas que tenía este pasillo. Instintivamente corrí forzando cada una de ellas, sintiendo la frustración de que todas estaban cerradas, lagrimas recorrían mis mejillas y mi corazón cada vez se aceleraba más. Llegué al final del pasillo y miré justo al frente la última  puerta, esta siendo la mas grande parecía la salida, tomé la manija de la puerta y sonreí grandemente al notar que sí se abría. Entre  en esta cerrándola lo mas rápido que pude suspiré un momento para darme la vuelta y salir corriendo, cuando de repente siento algo en mi espalda seguido de un susurro gélido y hostil diciendo "haces o intentas algo y estas muerta, camina y obedece" 

Sed de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora