Capítulo 26

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Estar entre los brazos de Henry se siente extremadamente bien, el calor qué hay en su cuerpo y como se abraza al mío es algo maravilloso.

Nunca pensé que pudiera estar con un policía, que pudiera tener sentimientos buenos conmigo. Solo de mirar a Henry sonrió como estúpida, el pensamiento de que es solo mío me llena de felicidad. Estoy segura de que si mis padres lo hubiesen conocido lo amarían.

El sonido proveniente de un celular me saca de mis pensamiento, Henry se mueve enterrando su cabeza en mi cuello y pegándome más a él. Sonrío y quise quedarme así más tiempo, pero quizás sea importante.

Me salgo como puedo de sus brazos y con la sábana tapándome agarro el celular de Henry el cual está en su pantalón.

— ¿Quién es? —pregunta con su voz ronca que hace que mi piel se erice.

Lorraine Varela.

Ese es el nombre y en ella aparece la foto de alguien... bella, esa chica es hermosa.

El celular sigue sonando entre mis dedos y me dan ganas de solo colgar y luego bloquear el numero, pero yo no soy así. La mano de Henry quita el celular de mi mano y sin decir una palabra voy hacia el baño.

— Cass —dice en un susurro apenas audible.

Descartó la idea que sea su esposa ya que no tiene su apellido, pero puede ser su novia... que horror. Soy una cualquiera, él debe de tener familia y solo pensé en mi, eso me hace en una persona egoísta ¿no?

¿Qué pasará ahora? Yo no puedo estar con una persona que tiene pareja, mis padres me enseñaron valores y yo no puedo hacer como si no sé nada.

Yo lo quiero.

Unos toques en la puerta hicieron que me alejara, no quiero verlo porque me sentiré como una desvergonzada, una cualquiera que ni siquiera le importó meterse en la cama de un desconocido. Porque eso es lo que es Henry, un descosido porque no conozco nada de él, solo que es policía.

— ¿Podemos hablar? No sé qué está pasando por tu mente pero sería bueno que abras y... habláramos —como si fuera un acto reflejo abro la puerta y ahí está él, con su pantalón puesto y su torso desnudo.

Creo que se me olvidó... ¿Cual era el problema?

— Yo... entiendo que tengas una... familia...

— Si, tengo una familia —su declaración me deja muda, su descaro me deja totalmente sorprendida y me niego a mirarlo, pero tampoco me echaré toda la culpa porque él también la tiene.— Tengo una hermana; Lorraine, un padre y una madre —dice con obviedad.

¿Acaso nací para pasar vergüenza?

— Creí que ella...

— ¿Cómo puedes pensar que estaré contigo y con otra a la misma vez?

— Es que tú eres Johnson...

— ¿Acaso no existen los medios hermanos con padres diferentes?

Ok, admito que estoy siendo una estúpida celosa.

— ¡Bien! Lo siento, no sé qué me pasa. No soy así —. Paso por su lado, estoy apenada. Yo confío en él pero aveces tengo miedo.

Es algo inevitable.

— Cassie.. —agarra mi brazo con suavidad y aferró más la sabana a mi cuerpo.— Yo nunca te sería infiel, siempre serás la única mujer que querré en mi vida ¿porque piensas que te haría algo así? — sus manos parecen pluma tocando mis mejilla y cierro los ojos a la vez que una lágrima se desliza.

— Yo tengo miedo de que tú... me abandones. Eres hombre y... puedes tener a cualquier mujer —tengo razón, Henry es hermoso y puede conseguir lo que él quiera.

— No lo haré, ¿sabes porque? Porque ya tengo entre mis brazos a la que realmente amo —oh Dios mío, ¿qué acabo de escuchar? —Te amo, Cassandra Jenkins —que bien se escucha eso en sus labios.

¿Puedo morirme ahora?

No sé qué decirle, ahora no me entiendo ya que yo quise que todos sus sentimientos sean por mi, quise que solo fuera para mi. Pero ahora me doy cuenta de que yo no estaba preparada para escucharlo y menos con tanto... amor.

Quizás nunca estaré preparada pero tampoco me quedaré con la duda de poder amarlo, es imposible que yo solo lo quiera. Se que quiero estar con él, los sentimientos que tengo son inexplicables, son maravillosos y... ¿cómo decirle que no lo amo cuando es todo lo contrario? Puede parecer pronto pero ¿cuando es el momento exacto para decirlo? ¿Para sentirlo? Este es el momento exacto donde decimos lo que sentimos.

En El Olvido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora