Keep Me Warm (Wolfstar)

Capítulo 5

El Gran Comedor lucía especialmente radiante ese día. Un viento cálido entraba por las ventanas, haciendo olvidar a los alumnos de que el invierno estaba a punto de comenzar. Todos hablaban entusiasmados acerca de sus planes para esa tarde de sábado. Junto a Remus, James y Sirius no paraban de hablar de jugadas de quidditch mientras que Peter comentaba acerca de "Cuidado de Criaturas Mágicas" con Lily. Remus miraba su plato, pensativo. Decidió no decir nada a sus amigos todavía, no quería lidiar con el rostro de decepción de Sirius cuando le dijera que Dumbledore le pediría que se quedase en la escuela para las fiestas.

-Hey, Moony-. Escuchó la voz de James llamándolo. Levanto la cabeza y lo miró.
-¿Que sucede? ¿esta todo bien?-. Le preguntó su amigo con tono de preocupación.
-Ehh, si-. Le contestó.
-Estas actuando raro, Remus, ¿es por lo que me dijiste el otro día?-, dijo Sirius.
James volteó para ver a Sirius con el ceño fruncido. -¿A que te refieres, Padfoot?
-A NADA-. Exclamó rápidamente Remus. Sirius y James se callaron con una mirada sorprendida. -En fin-, continuó en voz baja para que Lily, que se había dado vuelta para hablar con Marlene, no los escuche,-¿Como planean ir a Hogsmeade hoy?
Las miradas de James y Sirius se encendieron con malicia. Habían sido castigados luego de escaparse en medio de la noche para robar ingredientes de la oficina del profesor de pociones Slughorn, que se usarían en alguna poción experimental de Sirius, y parte del castigo era no visitar Hogsmeade por un mes. Pero claramente, eso no los iba a detener.
-Mapa del Merodeador, capa de invisibilidad, ya deberías saberlo, Lupin.-Le respondió Sirius con una sonrisa.
-¿Recuerdan que soy prefecto, verdad?-. Remus alzó las cejas.
-Por su puesto que lo sabemos, pero también sabemos que no nos traicionarías. Jamas.-Dijo James sonriendo triunfal. Remus suspiró, sabiendo que tenía toda la razón.

Mcgonagall lo había nombrado prefecto ese año, junto a Lily, con la esperanza de que quizás con eso podría evitar que James y Sirius hagan mas travesuras de las que debían. No había funcionado con el, pero sí con Lily. Aunque les costaba admitirlo, la pelirroja les infundía terror. Ni siquiera estar enamorada de James iba a detenerla y ellos lo sabían, y considerando el hecho de que ahora ellos dos ahora eran prácticamente inseparables, se debían andar con sumo cuidado.

Un par de horas después, Remus y Peter bajaron las escaleras del castillo junto a una gran cantidad de alumnos que irían esa tarde a Hogsmeade. Por otro lado, James y Sirius se habían escondido bajo la capa de invisibilidad para luego escabullirse por un pasadizo secreto que los llevaría al sótano de la tienda de dulces Honeydukes.

Remus y Peter fueron a por unas cervezas de mantequilla antes de encontrarse con sus amigos. Remus diviso a Lily a lo lejos, envuelta en abrigos muggles y caminado en grupo por las tiendas, y se aseguró de que estaba lo suficientemente apartada de ellos como para no verlos cuando James y Sirius salgan mágicamente de la capa de invisibilidad.

El y Peter se deslizaron dentro de la tienda de dulces y se posaron al lado del mostrador, mientras Remus miraba con mucho interés los chocolates que se encontraban allí. Luego de unos minutos, la puerta que llevaba al depósito se abrió sin que nadie salga de ella. Los dos chicos supieron que se trataba de James y Sirius, asi que comenzaron a caminar hacia la salida para que estos los siguieran. Remus los guió hasta un callejón vacio al lado de Dervish y Banges, asegurandose de que nadie los haya visto entrar ahí. La cabeza de Sirius emergió primero, le guiñó un ojo a Remus, y luego procedió a quitar la capa de encima de James y el. James tomó la capa y la guardó dentro de su túnica.
-Misión cumplida-. Exclamó James, triunfal.
-¿Estan completamente seguros de que nadie los vio salir de la sala comun? ¿Ni en los pasillos?-. Preguntó Remus con preocupacion.
-Todo esta bajo control, te lo aseguro-. Dijo Sirius.
-Si alguien los atrapa, juro por Merlín que..
-¡No seas negativo, Moony! Sera divertido y nadie nos va atrapar-Lo interrumpió James.-Y ahora vamos, es una hermosa tarde y hay muchas cosas por hacer.