-Mira a un lado, mira al otro, arriba, abajo. Lo conseguiré.- Dijo en voz alta.
-¡Ahora!-Pasaron algunos minutos.
-Vamos solo un poco más, ya casi lo tengo- Se estaba sacando con desesperación un microchip del brazo izquierdo justo arriba de su codo.
-Vamos, maldición! De los tres que me he extraído este ha sido el más difícil de sacar- Ya se estaba empezando a enfurecer- Se supone que tengo práctica, ¿que está pasando?-
Con un tenedor manipulado y un espejo intentaba sacar el dispositivo. Era doloroso, pero se había tomado casi una botella de whisky para anestesiarse.
Se había despertado a la 1:30 de la tarde y estaba de muy mal humor por haber dormido tanto. Talentoso,flojo y despistado. Siempre lo dejaba todo a lo último y no importaba nada más que hacer las cosas a la manera fácil. Amaba la vida,pero odiaba lo que habían causado sus actos: soledad.
- Maldito chip infernal, tormento de mis sueños, basura espacial, engendro de plástico. ¡Sal!- (No logró sacarlo)-Cosita linda, flor de primavera, dulce caramelo, villa italiana. Sal, ¿quieres?- Lo dijo con voz cariñosa, inclinó un poco el brazo-. Sí, parece que si saldrá-. (No tuvo éxito)
-Carajo!-. Miró al techo con desesperación.
Se encontraba en un departamento de brillante estilo. Sillas de piel, mesas con exquisitos adornos, ropa de marca (no de su talla), almohada de plumas de ganso, comida suficiente. El único detalle es que nada de eso le pertenecía. Tenía casi todas las comodidades excepto: comunicación.
No tenía idea de que estaba pasando en el mundo. Lo único que sabía era que tenía que salir el 22 de octubre de 1980. Llevaba 41 días encerrado y era el momento perfecto para irse de ese lugar. Al día siguiente se iba a llevar acabo el gran debate en la asamblea general de la ONU. Los mayores representantes del planeta se iban a reunir y uno de los temas de mayor relevancia será: la desnuclearización.
- Con calma, respira, concéntrate-. Tardó unos 3 minutos más y pudo apretarlo bien.
-Ahora si, te tengo!-. Solo necesitaba sacarlo del lado correcto y que no lo perdiera.
- Mira que maravilla-. (Lo alzó observándolo con alegría)
Se estaba haciendo tarde para llegar al metro a las 5:00 de la tarde.
Solo faltaba vestirse. Se acercó al armario.-Estos pantalones de mezclilla me quedan grandes, pero son los únicos que me gustan. Al fin llegó el día para ponerme esta fabulosa playera color la luna. ¡Que emoción! Tenis,¿ que color? Los que sean, vayámonos!-
Se acercó al espejo y se miró fijamente la cara como por 30 segundos.
- Cuando me veo la cara en reflejos de algún automóvil o en el agua soy bellísimo, pero cuando me miró detenidamente, mientras más tiempo paso viéndome, voy quedando horrible. ¿Será alguna ilusión óptica? Que raro, hora de irse.-
Agarró un celular falso, que solo mostraba un video que se repetía infinitamente.
-Adiós departamento de porquería, ojalá te incendies. -
Abrió una impecable puerta de madera y vidrio biselado azotándola con toda su furia.
(Se le podía ver una verdadera y hermosa sonrisa de felicidad.)
Inglaterra, prisión secreta de máxima seguridad Castillo de Norwich
Dentro de una celda con dimensiones diseñadas para sentir desesperanza, 16 metros cuadrados eran suficientes para hacer ejercicios calisténicos.
-212, 213, 214, 215. Al fin. Siento delicioso el abdomen, uff!-
-Ahora a leer un poco...mmm ¿que toca hoy? "1984", no. "¿como bajar de peso sin hacer ningún esfuerzo en 12 horas?" ¿Por qué me traen estas cosas? - Se rascó el cuello-"La república", excelente.-
Se acerca un robusto guardia de seguridad y haciendo mucho ruido abre la pequeña ventana de metal en la puerta súper-reforzada.
-Prisionero 01, ¡Atención! Su hora semanal de caminar por el pasillo ha llegado, ¡Acérquese!
Soltó el libro que estaba a punto de leer, miró al guardia directamente a los ojos frunciendo el ceño amenazantemente y dijo.
-¿Me podrías decir quien eres? ¿Qué te crees? No soy un número y mucho menos un hombre! Mi nombre es: Olimpia! ¿Eres nuevo, verdad? No me digas que eres de la Naciones Unidas.
-Ehhhm, ¿Olimpia?- Se quedó callado un momento y pensó- ¿A donde me han mandado? Ya nunca podré salir de acá.- Pero es que el reglamento dice que...- Le dijo el guardia.
- ¡Yo soy el reglamento!- Exclamó Olimpia.
Siguiente capítulo: Me perdí en París!
Mediáticamente conocido como Ticzon-2, se encuentra perdido en la gran ciudad de París. Nunca la había visitado y mucho menos había rondado por las turbulentas calles.
¿Llegará a tiempo al metro? Las noticias estelares nocturnas de 10:00 tienen que dar la inesperada noticia.
¡El mundo entero se estremecerá!Gracias por leer, los quiero mucho y un abrazo!
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Platón Virtual
Science Fiction"Virtual", en su sentido original, es sinónimo de fuerza o virtud. Algo que tiene impulso para producir un efecto, pero no lo produce de manera inmediata. París, 1982. Después de 41 largos días, el temido y misterioso "Ticzon-II", decide salir de un...