Recuerdos omnipresentes.

Sexo.

"Sexo". A la hora de escuchar esa palabra cualquiera pensaría en algo placentero, algo que a veces incluso no solo satisface tus más íntimos deseos carnales, sino que también te da la dicha de compartir con otro toda la pasión y el amor que se tienen. En este último caso lo llaman "hacer el amor".

Por mi parte, yo nunca he hecho el amor, solo he tenido sexo, si es que así lo podría llamar. Entrego todo de mi a la otra persona en el acto sin siquiera quererlo realmente para ver si asi siento al menos un poquito de calor humano. Y si, parece ser que ando mendigando amor pero me siento tan vacía y perdida que pienso que al menos eso necesito. Llegué a un punto en el que no se si de verdad lo merezco.

Cuando estoy con alguien más, no siento nada liberador pero me gusta sentir que ando en compañía aunque al final de la escena , quizás 1 hora después, vuelva a estar completamente sola. Al principio fijen escucharte e incluso te hacen creer que les importas y en ocasiones te tratan como una princesa pero si no eres boba, sabes lo que pasara despues. te dejaran de hablar y/o borraran tu numero y nunca verás sus rastros. Es igual que tener un amigo estos dias, lo unico que su partida no te afectara tanto porque inconscientemente estás lista para que te abandonen, mientras que con los amigos tu nunca te lo esperas.

Por otro lado, yo intento, como nunca lo he experimentado con terceros, hacerme el amor yo misma. Suena bobo pero por alguna parte debo empezar y supuestamente yo me debo amar primero. Sin embargo, luego de terminar de tocarme, al igual que si estuviera con otro, no siento nada. El dolor sigue vigente y la angustia de nunca encontrarme a mi misma y los pensamientos desorganizados que rondan mi cabeza siguen y siguen en aumento.

De repente llega un tiempo que dejo de buscar a terceros y parece estar todo demasiado bien, pero entonces vuelvo a lo mismo y termino no solo ensuciando mi piel con el tacto ajeno, sino también mis ojos con lágrimas interminables y mi mente con recuerdos que no se pueden borrar y que también ensucian mi alma.