Capítulo catorce.

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La mirada de Owen expresaba consternación.

–Nada –respondí haciéndole una mueca.

–¿Y porque tu camiseta está al revés? –mantenía su ceño fruncido mientras los demás reían.

Rodeé mis ojos y levanté mi ceja izquierda respondiendo con simpleza –Íbamos a tener sexo y...

La boca de Owen se abrió exageradamente absorbiendo aire ruidosamente y cubrió mi boca con sus manos impidiendo que terminara mi frase.

–¡¿Cielo santo, que estás diciendo?! –exclamó él–. ¿No te enseñaron que no debes ir a la habitación de un hombre desconocido? ¿Y si él te hacía algo?

–Deja..déjame... –me sacudí liberándome–. ¡¿Qué te pasa?! –estaba molesta, que clase de mojigato es mi bro? ¿acaso él no tiene sexo con chicas? Es completamente normal–. No pasó nada por la pelea –levanté mis hombros restándole importancia.

–Él te sedujo ¿verdad? –abrí mi boca, pero él no me dejó articular palabra–. Estoy seguro, ¡lo conozco! –dio un puño a la palma de su mano contraria–. Si sale vivo de esta, se las verá con mis puños.

–Deja de decir tonterías –la novia de Nafla carcajeó mientras le daba un manotazo en la calva a Owen–. Ella parecía bastante contenta con el hecho de que Bloo y yo... bueno, ustedes saben.

–Bueno... –Owen aclaró su garganta sonoramente y se acercó a mi oído para susurrar–. Si te cuidaste ¿verdad?

–¡Owen! –exclamé, los demás presentes reían y yo empezaba a avergonzarme–. Dije que no pasó nada y yo no tengo porque darte explicaciones a ti.

–De acuerdo de acuerdo –Owen sonrió incómodo y suspiró–. Es solo que aún te veo como la pequeña Danbi... aquella niña...

–¿A la que le rompiste la ceja? –completó Niahn. ¿Es que acaso todo el mundo sabe la historia de la ceja?

–Si –respondió Owen sonriente–. No te la presenté correctamente Niahn, esta es aquella niña de la que les había hablado.

–¡Wow...! –Niahn me analizó de pies a cabeza.

Abrí mi boca para soltar algún comentario, pero Loopy entró a la sala de espera y todos corrieron hacia él para interrogarlo. Bloo estaba estable y había entrado a cirugía, ahora podíamos permanecer con más calma en la sala de espera, empezamos a platicar acerca de la fiesta y la memorable pelea riendo a voces hasta que una enfermera muy molesta amenazó con echarnos si continuábamos haciendo tanto ruido.

Las horas pasaron y empezábamos a impacientarnos, el sol había salido y el hospital empezaba a ser más transitado.

–¿Qué hora es? –cuestionó Loopy mirando su teléfono para luego responderse a sí mismo–. Vaya... las ocho de la mañana... ¿Cuánto tiempo más tardarán con esa cirugía?

Bostecé mientras me ponía de pie –Ya han tardado bastante... –estiré mi cuello a cada lado y suspiré debido al cansancio–. Espero que Bloo esté bien.

–Te preocupa mucho él, ¿cierto? –mencionó West con una sonrisa ladina y mirada picara.

Esbocé una corta risa burlona negando con mi cabeza y volví a sentarme ignorando las risitas, no es que me preocupe muchísimo por lo que le pase a Bloo, quiero decir; apenas lo conozco, me preocupo en la medida que cualquier ser humano se preocuparía por otro, el hecho que casi tuviéramos sexo no significa que lo quiera... como para preocuparme de una forma especial por él.

–Por cierto, me puedes repetir tu nombre –cuestioné a la novia de Nafla ya que por más que la miraba no lograba recordar.

–Lizeth... –ella entrecerró sus ojos–. Te lo dije ¿no lo recuerdas? –carcajeó–. Sí que estabas ebria –sonrió dulcemente–. Solo llámame Liz.

RUDEWhere stories live. Discover now