Treat you better //bnior

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Jinyoung

Creo que todo el mundo por más que trate de ocultarlo, sueña con encontrar el príncipe azul que te ofrecen los cuentos de hadas, ese que es perfecto, una belleza que puede robar el aliento, que se preocupe por ti, caballeroso y sobre todo que te ame, por sobre todo, eres lo más importante en su vida, ese es tu príncipe azul.

Yo lo tenía, o creía tenerlo, la misma vida es la que se encarga de mostrarte que los príncipes azules no existen, que amar no es tan fácil como se ve en la televisión y ese es el momento donde debes escoger que hacer.

Cuando los defectos de tu príncipe  aparecen, cuando la relación ya no es tan hermosa como creías, cuando las discusiones se vuelven cada vez más fuerte ¿puedes seguir amando a tu príncipe?.

El tiene defectos, pero tu también, el grita, pero también lo haces, el tiene otras prioridades, tu lo prefieres a él, el dice que te ama y tu se lo muestras cada día, te aferra a los buenos momentos, te dices que solo es una crisis y todas las relaciones las tienen, porque las parejas perfectas no existen, solo personas reales que luchan para amarse ¿cuando dejas de poner escusas?

La gente dice que en algún punto te cansas de luchar, tu justificas que eso es de débiles, te alejas de tus amigos para no escuchar las cosas malas que tienen para decir, entras en un círculo vicioso, donde dejaste a los que se preocupan por ti, así que solo tienes a tu príncipe que no es tan perfecto, pero es lo que te queda, te dices que todos están equivocados por que no lo conocen como tu y entonces, solo te queda amarlo y si el no te ama tanto como tu a él, pues lo amaras el doble para cubrir las carencias.

Miras a otro lado cuando las señales están frente a ti, callas para evitar más peleas y cedes para que no se vaya, para que se quede a tu lado y no terminar solo.

Pero lo amas, sabes que lo haces, entonces solo vives, vives esa relación basada en los recuerdos y en los pocos buenos momentos que te quedan, las promesas rotas y las nuevas promesas vacías, todo va a estar bien, todo se va arreglar y eso es lo que esperas cada día y ruegas cadas noche, el va a volver a ser mi príncipe.

Jackson wang es mi príncipe, nos conocimos en el primer año de universidad, ahora estoy a un año de recibirme, el la dejo porque los estudios no son para el, esta buscando su propio camino y lo apoyo en eso.

Era el chico popular, el que todos querían tenér, pero puso sus ojos en mi, el chico frío que quiere ser maestro de primaria, me negué a cada uno de sus avances, cada cosa que hacía para llegar a mi.

Pero Jackson no se rinde nunca y es algo que amo de el, no se detuvo hasta que tuvo mi corazón en sus manos, hasta que de mis labios salió un te amo y fuimos felices.

Cuatro años de relación y los dos primeros fueron perfectos, después decidimos mudarnos juntos, era un ahorro de dinero, cada uno tenía su propio apartamento, pero era inútil porque pasabamos más tiempo en los apartamentos de otros, así que la idea sonó bien, mudarnos juntos y tener más dinero, pagar a medias.

De apoco la convivencia se fue volviendo más difícil, teníamos maneras y costumbres distintas, pero yo creía que eran cosas que se podían arreglar , así que comencé a ceder.

Pero la cosa es que ahora no se cuanto mas  puedo ceder, mi amor no ha cambiado con el, pero si dudo de que el me siga amando, incluso pienso que por momentos soy un estorbo en su vida, pero no quiero rendirme, además, no creo que exista alguien que pueda amarme, estoy al tanto de mis defectos y se que no soy alguien fácil, así que si, tengo miedo a quedarme solo, a perder a la unica persona que no me ha dejado.

Ahora me encuentro mirando una de las fotógrafias que tenemos juntos, una de las muchas que hemos tomados en todo este tiempo, una sonrisa se forma en mis labios, una que no solo es real, también es melancólica, extrañando a ese par de enamorados, esas sonrisas gigantes y esos ojos llenos de ilusión.