La vida de Clarissa White: Un cliché mas.

Capitulo 2

Después de varias horas finalmente toco el timbre de la hora del almuerzo y Clarissa fue a la cafetería por algo de comer. Una vez pagada su comida fue a buscar una mesa para sentarse hasta que vio que una chica se convulsionaba frenéticamente con la mano levantada, luego vio que solo era Pancrasia llamándola para que se sentara a comer con ella, y a su lado estaba Sophia quien volteaba a otro lado tapándose un lado de la cara donde su visión periférica pudiese ver a Pany poniéndose en ridículo frente al resto de la escuela el primer día de clases, todos la estaban viendo. La castaña dejo de retorcerse cuando la rubia se sentó con ella, Sophia solo sentía vergüenza ajena debido a la castaña.

-¡Hola! ¿Cómo va todo? ¿las clases? ¿ya quieren dejar la escuela y meterse al narcotráfico? yo si.- Dijo Pany para acabar con el incomodo silencio que parecía no afectarle.

- Eso es evidente.- Dijo Sophia para luego llevarse algo de ensalada a la boca.

- Eh, Pany, acabo de recordar que tengo un pequeño peine en el bolsillo, para tu cabello, déjame buscarlo...- Dijo la rubia tímidamente para no ofender a la castaña y luego buscar su peine. 

- Nah, prefiero que tengan como primera impresión a la verdadera yo. - Dijo la de pecas con seguridad -Luego me arreglare todo lo que quiera.- Clarissa dejo de buscar el peine y se sorprendió ante lo que dijo la castaña, envidiaba su rara pero admirable confianza.

- Entonces quieres que tu primera impresión sea la de una vagabunda.- Dijo Sophia mientras veía hacia otro lugar. Las otras dos chicas lo notaron.

-¿A quien estas viendo?- Dijo Pancrasia burlona viendo hacia donde la pelinegra miraba. Clarissa hizo lo mismo.

- ¿A quien? mas bien a quienes.- Le corrigió Sophia, veía a una mesa llena de chicos y chicas.

- ¿Quiénes son?- Preguntó Clarissa al mismo tiempo que clavaba la mirada en un chico en particular. Cuando este pareció voltear hacia ella esta aparto la mirada rápidamente hacia su comida. Luego volvió a mirar la mesa llena de adolescentes. 

- Creo que son los cabezas de balón de este año, al menos hasta que elijan al equipo de football y de porristas.- Dijo Sophia. Pany rió.

- Jajaja cabezas de balón te mamaste, chócalas.- Dijo Pany para levantar su mano para el chócalas el cual Sophia respondió.

- ¿A quienes mas identificas?- Pregunto Clarissa con cierta curiosidad. Sophia comenzó a analizar el panorama y Pany intento hacer lo mismo.

- Allá están los ''darks''.- La pelinegra señaló una mesa y las otras dos voltearon a verla. Pany reconoció a uno que vio hacer bailes de Fortnite hace rato y concluyó en que tenia depresión de generación Z. - Allá están los intelectuales.- Señaló otra mesa.

- ¿Y por que no te sentaste con ellos?- Le preguntó Clarissa.

- Quisiera, pero ya me vieron con esto.- Le dijo la pelinegra haciendo referencia a la castaña al lado suyo.

- Una vez me hice pendeja y así me quede asdjdfknsl - Dijo la pecosa y se rió, la de lentes le señaló con la mano y la rubia asintió.

- A ver, por allá veo a los frikis y otakus...- Dijo la pelinegra viendo una mesa mas alejada que las otras dos voltearon a ver, Pany detectó un olor a obo proveniente de esa mesa. - Y luego esta la de los skaters.- Vio otra mesa donde Pany detectó el mismo olor. -Luego esta la de los... ¿Bullies punk? o algo así.-

Aquí Clarissa también le echó el ojo a otro chico en particular, pero este ni la noto, pero ella se volteó antes de que este pudiera hacerlo.

- Luego esta la de los marihuanos, ahí entras tu.- Le dijo a Pany, quien le hizo una seña a los ''marihuanos'' los cuales le respondieron con una aun mas rara. Sophia se apartó un poco de Pany.

- Entonces... Si ellos ya tienen un ''clique'' por así decirlo, ¿nosotras que somos?- Pregunto Clarissa tratando de comprender la jerarquía social de la escuela.

- Las X, las que no importan.- Dijo Pany pero esta vez algo seria. Luego se rió.- ¡Es chiste! pero no es que seamos muy... Destacadas.-

-Valemos verga.- Dijo Sophia de manera directa y seca.

Así se pasó el almuerzo con Clarissa pensando en los dos chicos, no es como si les fuera a hablar o algo, pero solo no podría sacárselos de la cabeza. ''Típicas hormonas de adolescente'' pensó la rubia, y se puso a comer. Sophia analizaba los ''cliques'' y leía mientras comía su ensalada, para luego quejarse cuando le cayó aderezo a su libro y Pany socializaba con los marihuanos, para luego pasar con los frikis y otakus con una pinza en la nariz. Finalmente volvió a su mesa con las otras chicas por falta de oxigeno limpio. Dio gracias a dios que su mesa estaba cerca de una ventana abierta, tomo una gran bocanada de aire que pronto exhaló y se dispuso a comer su hamburguesa.

- Iba a ir a hablar con los skaters pero luego de los otakus me fue inevitable venir por algo de aire fresco, ¿saben?- Dijo Pany con la boca llena, Sophia limpiaba su libro.

- No tienes que socializar con todos aquí, ¿sabes? es el primer día...- Le dijo la de lentes viendo si habían mas manchas en su libro.

- Oye, hay un montón de personas geniales allá afuera que no conoces por cosas simples como vestir raro u oler a caca, pero cuando te atreves a hablarles, resulta que no son tan diferentes.- Dijo la chica de pecas como toda una filósofa.

- Vaya Pany, eso fue muy bonito...- Dijo Clarissa conmovida, la castaña no paraba de sorprenderla.

- Aprecia bien este momento, tal vez sea la única vez que diga algo así de profundo.- Dijo Sophia de manera seria mientras revisaba su libro, y al encontrarlo ya completamente limpio, decidió cerrarlo.

- Vaya hasta que cierras ese libro, ¡poco tiempo y ya casi olvidaba tu cara!.- Bromeó Pany, Sophia solo le dio una cara de amargura que luego se torno en una sonrisa y finalmente una risa.

- jijiji te estas riendo.- Dijo Pany mientras se reía, y por ende Clarissa también. - jijiji las dos se están riendo jsjsjsjs.-

Las tres se quedaron riéndose como desquiciadas haciendo que todos en la cafetería las vieran raro, hasta que sonó el timbre para las clases y dejaron de reírse para luego levantarse, salir de la cafetería y despedirse, dirigiéndose hacia sus respectivas clases. Aquí es donde empieza lo bueno.