el Sol ama a la Luna, la Luna ama al Sol

Brillo 2

Habían pasado algunos eones de nuestra infancia, recuerdo que Venus quiso ser nuestra amiga, Azul la acepto pero a diario temía que dejará que Venus se volviera mi mejor amiga reemplazándola pero no era así ya que las tres fuimos muy buenas amigas así que jugábamos muy seguido pero a pesar de que me divertía con ella también comencé a reconocer que me encanta jugar con Sol, me gustaba el verlo reír; mi pasatiempo favorito era verlo muy seguido al grado de llegar a espiarlo un poco mientras se encontraba con Mercurio, con sinceridad era muy complicado socializar con Mercurio ya que era muy tímido así que solo podía verlo reír mientras los espiaba, así que no era muy recomendable acercarme a ellos mientras hablaban, un par de veces Venus llego a descubrirme a lo que le respondía:

-Estaba buscándote, Azul y yo queremos invitarte a comer.

Ella me miraba sospechosa y a veces respondía -Esta bien, no hay que hacer esperar a Azul.

-Si tienes razón

Cuando ella se daba la vuelta al fin podía suspirar de alivio, me encantaba ver como se divertía Sol pues me hacía feliz, un día mientras jugábamos Sol me preguntó:

-¿Qué te gusta hacer más?

A mi mente vinieron los recuerdos de cuando lo espiaba y le dije entonces -Siendo sincera no lo se, pero sé que me gusta jugar contigo, eres muy divertido.

El rostro de Sol de volvió un poco rojo al instante, me dijo algo tartamudo -En... En... ¿En serio?

-Si lo creo, por cierto tu cara esta un poco  de color roja- le sonreí cariñosamente mientras pensaba en lo lindo que se veía.

Sol bajo la mirada y me dijo -Lo... Lo sien... Siento.

-No te preocupes.

-Es que lo dijiste de manera inesperada.

-Lo sé, en serio te ves lindo con el rostro rojo.

Sol seguía viendo hacían abajo así que con un poco de pena y ternura comencé a reír al poco tiempo Sol también comenzó a reír, reímos juntos, la risa al igual que su sonrisa son tan hermosas como lo es él, nunca lo olvidaré pues su sonrisa me inspira para pasar una eternidad con él.