Fearless Love

¿Una cita?

 Era un día templado, no hacía mucho calor, pero tampoco hacía frío. Simplemente perfecto, y bastante disfrutable, especialmente para dos ciertas chicas que tenían planeado reunirse hoy, día sábado, cómo ya era costumbre. 

Hoy era bastante especial para cierta chica, aunque a primera vista fuese algo tan simple cómo verte con una amiga, en realidad significaba algo muy lindo para ella, que se tomase el tiempo de visitarla y pasar tiempo de calidad juntas. Y bueno, es que no era simplemente ''una amiga'', era su MEJOR amiga, la persona más importante para ella sobre la faz de la tierra, Verónica. 

Esta adolescente, de nombre Dafne, tenía sentimientos encontrados al respecto. Le encantaba estar con Vero (Cómo comúnmente le decía), pero lo cierto es que no sentía únicamente amistad por ella. Sería mentir, sus pensamientos eran constantemente ocupados por la adversa, y lo cierto es que por mucho que lo intentaba, ese amor que sentía era casi imposible de ignorar. Pero, y es que siempre hay un pero, no todo es tan fácil. No podía simplemente aceptar sus sentimientos, era algo complicado. El miedo a ser rechazada, el miedo a ser dejada en soledad, a perder a alguien tan importante le hacía sudar frío, se le formaba un nudo en la garganta y simplemente no quería tomar ese paso, porque el riesgo era demasiado grande. 

Era una constante lucha por reprimir aquella bella emoción llamada Amor, pero que al unísono puede ser tan increíblemente tortuosa. 

... 

Dafne, llegó a un pequeño local de helados. Habían quedado ahí, pues querían comer algo antes de ir a la casa de la susodicha a ver películas y demás cosas que normalmente hacían.  La contraria no tardó mucho en llegar. Se tomaron unos helados, y luego charlaron de cosas triviales. Aunque solían conversar bastante mediante Facebook, era mucho mejor hacerlo en persona.


''¡Esta es la mejor cita que hemos tenido!''

Bromeaba Vero, algo que solían hacer bastante era jugar con el ''bromance'' que ambas tenían. Aunque en realidad, a Dafne aquello le hacía algo de ilusión. Quizá, y sólo quizá.... 

- ¡Sí! 

Fue lo que contesto entre risas, aunque con algo de verguenza por el primer comentario de su amiga.

Tal vez, no todo estaba perdido. Era una conclusión tonta que había hecho a base de una broma, pero es que, la esperanza es lo último que se pierde, ¿No?