Desde mi infancia.

Hasta encontrarte.

Un rugido estremecedor se oye en la mansión Asami. Un potente rugido de alfa que contenía rabia, impotencia, desesperación, pero sobre todo dolor.

La servidumbre y personal del servicio de banquetería aceleran sus labores para poder retirarse. Algo muy malo había ocurrido.. O algo muy malo iba a pasar, lo mejor era no estar allí para presenciarlo.

Apenas terminó de escuchar aquellas palabras.. Su amigo, su hermano, su destinado.. Presentando cómo su prometido a otro chico, todo fue demasiado para su sistema y colapsó.

Misaki sintió que le habían quitado cualquier atisbo de felicidad, le robaron sus esperanzas e ilusiones, le quitaron las ganas de vivir sin piedad.

Al ver el temblor y debilidad en el cuerpo del omega, Ryuu se acercó veloz para tomarle en brazos, Kenta sin embargo se le adelantó, cargó a Misaki y le sacó inmediatamente del lugar.

Kenta tenía una expresión que no decía nada, Ryuu le conocía y eso no era bueno.

-Kenta- Ryuu le sigue- Sé que ésto se ve horrible, pero hay una explicación, ésto es mi maldita culpa por no haber sacado antes a Misaki de aquí.. Kenta.. Escucha, sucede que..-

-Lo sé, sé todo, se de los planes de tu hijo, pero también le dije, ¡Que lo hablara con Misaki antes y que no le hiciera sufrir!- Explotó sin dejar de caminar.

-Kenta, no sé que decirte, me acabo de enterar de los planes de Ryuichi-

-Estoy harto de ver sufrir a mi hijo Ryuu, ¡Pareciera que cabe su tumba desde que puse un pie en tu casa!-

-No digas eso, sé que estás molesto, pero Ryuichi aún es joven, es estúpido e impulsivo, debió hablar con Misaki, lo sé, pero..-

-Ese es el mayor problema de ese muchacho, tú- Gruñó preocupando a Ryuu- ¡Siempre justificándole!. Mi pequeño debió soportar la presencia de Takaba Akihito en ésta casa, las mentiras de Ryuichi, y ahora ésto- Kenta sonríe peor que si llorara- ¡También está expuesto a que tu madre le pueda hacer daño!, ¡Mi hijo no merece toda ésta mierda y lo sabes Ryuu!-

-Kenta, ¡Espera por favor!, no te vayas.. No me hagas ésto, sé que podemos arreglarlo- Ryuu logra detener a Kenta del brazo, sin embargo deja de hacerlo cuando ve a uno de los guardaespaldas de su madre llegando a ellos.

-Señor Ryuu, discúlpe, pero su madre, Ayumi sama, requiere su presencia en la firma de documentos-

-Kenta, no te vayas, ni se te ocurra, espérame.. hablemos. Mandaré un médico por Misaki para que le vea, luego de eso hablaremos todos.. Por favor-

-Si claro- Kenta bufa con fastidio mientras Ryuu presiona su mano antes de irse.