capitulo 34

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el último de hoy...


Capitulo 34

Cuando todos partieron, Arthit, como si se propusiera exasperarse todo lo posible contra kong, se dedico a releer las cartas de kao que había recibido desde que se hallaba en kent. No contenían lamentaciones, ni había en ellas nada que denotase que revivía el pasado, ni noticias de sufrimiento en la actualidad; pero todas, y en casi todos los renglones, faltaba la alegría que solía caracterizar su estilo, el cual, procedentes de un espirito en paz consigo mismo y dispuesto afectuosamente para con los demás, apenas se había nublado nunca. Arthit presto atención a las frases reveladoras de desasosiego. Que kong pudiera jactarse de la aflicción que había causado le proporcionaba una idea aun más intensa de los sufrimientos de su hermano. Le consolaba en parte considerar que la visita de aquel a Rosings terminaría en dos días, y todavía más el que al cabo de quince días Arthit estaría de nuevo con kao y podría contribuir con su afecto fraternal a devolver la alegría a su espíritu.

No podía pensar en que kong abandonaba kent sin recordar que su primo se iba con él; pero el coronel le había manifestado claramente que no sentía por Arthit ninguna inclinación amorosa, y por más grato que él le resultara, no tenia por que lamentar su partida.

Mientras meditaba acerca de esto, fue repentinamente sorprendido por el sonido de la campanilla de la puerta principal, y experimento una sensación de malestar al pensar que quizá se tratase del propio coronel fitzwilliam, que ya los había visitado por la tarde y tal vez viniera por su salud. Pero la idea se desvaneció pronto, y espantado comprobó que quien entraba en el salón era kong. Tomo asiento por unos minutos y levantándose luego, se paseo por la sala. Arthit estaba sorprendido, pero no pronuncio palabra. Tras un silencio de varios minutos, se acerco a Arthit y con visible agitación dijo:

-he luchado en vano. Ya no quiero hacerlo. Me resulta imposible contener mis sentimientos. Permítame usted que le manifieste cuan ardientemente le admiro y lo amo. (kyaaaaaaaaaaaa.......no puedo respirar :0 por fin!!!)

El asombro de Arthit fue mayúsculo. Se ruborizo y, con la boca abierta, permaneció en silencio. Esto pareció infundirle a kong aun más valor, y así, prosiguió declarando lo que sentía desde hacia tiempo por Arthit. Pero además de los sentimientos del corazón no fue menos elocuente en el tema de la ternura que en el del orgullo. La idea que tenia respecto de la inferior condición social de Arthit, la creencia de que al proceder así kong se degradaba, los obstáculos de familia que el buen juicio había opuesto siempre a la estimación, fueron cosas en las que insistió con valor que demostraba lo mucho que esas cosas lo afectaban, pero a le vez no resultaba adecuado para favorecer su demanda. (kong en serio, como le dices eso, eso es ofender querido, ay! contigo.....)

A pesar de la profunda aversión que sentía hacia kong, Arthit no pudo ser insensible a aquellas manifestaciones de afecto, y aunque sus intenciones no variaron ni por un instante, lo entristeció pensar en lo mucho que lo haría sufrir, hasta que, resentido por el lenguaje que había empleado, su compasión se convirtió en ira. Trato, con todo, de contestar con calma. Kong concluyo asegurándole la firmeza de sus sentimientos, que no había podido vencer a pesar de sus esfuerzos, y expreso su confianza en verse recompensado si aceptaba su mano. Al decir eso, Arthit percibió que kong no ponía en duda una contestación favorable. Hablaba de recelos, de ansiedad, pero su aspecto denotaba seguridad absoluta. Semejante modo de expresarse solo logro exasperarlo aun más, y cuando termino, con el rostro sonrojado, le dijo:

-en casos como este creo que es costumbre agradecer los sentimientos expresados, aun en el caso de que sean experimentar algún sentimientos de gratitud, le daría a usted las gracias. Pero no puedo; nunca he deseado su consideración, y usted lo ha reconocido sin querer. Lamento causarle algún pesar, y espero que este no dure mucho. Los sentimientos que, según usted, le han impedido durante largo tiempo expresar su afecto hacia mí, lograran sin gran dificultad, dominar ese pesar después de esta explicación.

Orgullo y Prejuicio (kong y Arthit) SOTUSWhere stories live. Discover now