— ¡Suficiente! Callen esa mierda.
El silencio se presenta de golpe, acompañado de un suspiro de fastidio por parte de la banda, de cada uno de sus miembros.
—¿Ahora qué? — Uno de ellos cuestiona
—Suenan peor que cuando me dio diarrea
La fémina a su lado frunce el ceño, cruzándose de brazos y piernas rodando los ojos con molestia.
—Eso es asqueroso, gordo — Comentó asqueada
—Pero verdadero — Responde Cartman — Miren, chicos, deberán practicar más de una vez a la semana. Con ese avance, sólo aspiran a mantenerse en el anonimato, y eso, da lástima.
Uno de ellos suspira, finalmente quitándose la correa de su guitarra eléctrica y niega de manera lenta con la cabeza, lleno de decepción; El resto le imita, dejando de lado sus respectivos instrumentos, abandonando al líder de la banda y acompañantes, con extrañeza en sus rostros.
—¿Chicos? ¿Qué hacen? — Pregunta el líder con perplejidad.
—Lo sentimos, Stan — Responde uno sin mucho dolor en la voz —No podemos seguir
Con desconcierto, observa como poco a poco salen del salón de música llevándose sus instrumentos con ellos.
—Esperen, esperen... ¿Por qué? — Demanda —No pueden irse así, el concierto es en una semana. ¡Todavía nos falta por ensayar!
—Esto se acabó, no podemos seguir... ¿No oíste al gordo?
—¡Hey! — Se oye a lo lejos
—Somos un asco — Suspira el baterista —Tal vez tú puedas dar el concierto solo, eres el mejor de los cinco, los demás somos un fracaso... Así que, de verdad, te deseamos suerte.
Bebe y Cartman notan a Stan solo en la tarima, sin decir una sola palabra al repentino abandono de la banda que formó en su primer año dentro de la universidad, cuando se dio cuenta de que su vida parecía formar parte de una historia más dentro del cliché.
Compartía habitación con otro chico, gran alumno dentro de la facultad de medicina, con el sueño de ser el mejor veterinario de su pueblo natal, alistándose en el equipo de fútbol de la escuela hasta volverse capitán y salir con la líder de las porristas, Wendy Testaburger, en una relación envidiada y perfecta hasta su rompimiento tras dos años.
Calificado como uno de los más atractivos por una absurda lista que se hacía cada año formado por el consejo estudiantil –conformado tanto por mujeres y hombres- y está demás decir, chico popular... Organizando una banda como hobby hasta tocar en algún café de la ciudad una vez al mes.
Y justo cuando necesitaba de su propia banda para un concierto y quizá obtener algo del mismo, ellos deciden irse, renunciando a tres años de amistad y fama momentánea.
Está solo.
—Podría decirles a los amigos de Clyde — Bebe, la mejor amiga de Wendy, habla intentando animar el joven pelinegro —Creo que su amigo Token toca el bajo y Tweek canta.
—Y, el amigo de Kenny, toca la batería — Cartman siente lástima por el recién abandonado, así que decide ser bueno y ayudar —Podríamos decirle
—No tiene caso — Stanley suspira quitándose la correa de su propia guitarra —Tardamos meses para poder tocar esa canción, el concierto es en una semana.
—¿Eso es todo entonces, vas a desistir?
Deja caer su guitarra eléctrica ocasionando un ruido que molesta a los dos espectadores gracias a que se hallaba conectado al amplificador, Marsh suspira y baja de la tarima de un solo salto, retirándose de la sala de música sin decir alguna otra palabra.
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En el escenario [Style]
RomansaPara fortuna de los miembros, el humor del principal se desvanece cuando llega el momento de lucirse a lado del pelirrojo. Su sonrisa vuelve a brillar mientras toca las notas correspondientes, no sabe qué provocó la molestia, pero conoce el remedio...