Sentido a tocar

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Kenny tiene el teléfono pegado al oído derecho, mientras buscaba en el refrigerador algo que desayunar, hablando con Tammy sobre una cita esa semana.

La televisión hace ambiente, apenas tiene los pantalones puestos y encuentra algo que picar para satisfacer su hambre por el momento justo.

Cuando cuelga y va a la sala, la puerta del apartamento se abre, por lo que se asoma aunque ya sabe quién es.

—¡Hasta que te apareces!

Stan lanza un quejido sonoro, sujetándose la cabeza con ambas manos; Se veía en mal estado, con el cabello y ropa desordenada y sucia, tambaleándose y quejándose.

—Vaya... La fiesta debió estar increíble para que no llegaras a dormir. Te estás corrompiendo.

Stan va a la sala, arrojándose al sofá y apagando el televisor.

—Sólo ha pasado esta vez, no se repetirá. — Suelta con pesadez.

—¿Con los amigos que tienes?, lo dudo.

Kenny se sienta a su lado, mientras Stan buscaba algo entre sus bolsillos.

—¿Usaste protección? — Pregunta Kenny — ¿O te contagiaste de algo? ¿O ya embarazaste a alguien?

—Sí usé...

—Bien hecho — Le dio un golpecito con orgullo —¿Y estaba buena?

—No sé

Kenny está sorprendido de esa respuesta, espera a que Stan se explique y la respuesta no es agradable.

—Estaba todo oscuro, había bebido demasiado... No sé qué más mierdas me metí — Suspira —Amanecí con alguien, pero no sé quién era. Te puedo asegurar que era chica.

—Bien, supongo... — Responde inseguro —¿Y no te asusta?

—¿El qué? — Levanta una ceja

—El que los hayan grabado o algo

—No, para nada — Se cubre el rostro con arrepentimiento —Mierda... No debí haber seguido a los chicos a ese estúpido bar de mala muerte.

Kenny ríe y Stan le golpea la pierna.

—¡Yo no te dije que te fueras con ellos! — Kenny se queja masajeando la zona afectada

—Al menos... — De su pantalón saca dinero y lo levanta con orgullo —¡500 dólares!

—¿De?

—La recaudación del concierto de ayer — Explica —Fuimos el segundo mejor grupo y nos dieron quinientos a cada quien.

Kenny toma el dinero contándolo con los dedos, alzando una ceja.

—Vaya... Quinientos dólares vale tu amistad con Kyle y la decepción de los chicos.

Stan rueda los ojos incorporándose del sofá, se quita los zapatos y, descalzo, emprende camino a la cocina.

—¿Siguen molestos? — Cuestiona

—Butters y Token no, saben que eres lo suficientemente idiota para hacer lo que hiciste ayer — Dice dejando el dinero en la mesita —Tweek está decepcionado y Bebe furiosa.

Aprieta los labios en una línea hasta que suelta su duda.

—¿Y Kyle?

—Lo que te dije ayer

—No entiendo porqué le molesta tanto — Responde molesto, su voz suena en la cocina —Le dije que íbamos a tocar. ¿Qué le costaba entender?

En el escenario [Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora