Haadok y yo nos encontramos parados, sin estar haciendo nada en particular.
-Oye, ¿vienes? -Pregunta él.
-Sí. -Le respondo.
Pero ninguno de los dos nos movemos de donde estamos.
-Es un lindo día para salir.
-Sí.
-... Maldición, acabo de perder mi reloj. ¿Me ayudas a buscarlo?
-Sí.
-... Oye Julian, ¿vienes?
-Sí.
Pero seguimos sin hacer nada...
-Ya se hizo tarde.
-Sí.
-... Oye Julian, ponte los pantalones.
-Sí.
-... ¿Te gustan las gorditas de nata?
-Sí.
-... ¿Ya te pusiste los pantalones?
-Sí.
-Oye Julian, ya deja de decir sí.
-Sí.
-¿Vienes, Julian?
-Sí.
-¿Te gustó la planta que te di a probar?
-Sí.
-¿A poco no te pone bien astral?
-Sí.
-Todo es todo al mismo tiempo.
-Sí.
-El Tao que puede ser expresado no es Tao verdadero.
-Sí.
-¿Tienes hambre?
-Sí.
-Vamos a comer.
-Sí.
-Ya encontré mi reloj. ¿A poco no está chido?
-Sí.
-... Oye Julian... ¿Vienes?
Me quedo pensando. ¿Qué le pasa a este tipo? Y entonces, inmediatamente alcanzo la iluminación.
-¿Sabes qué? -Le respondo. -Mejor ya no.
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La Esencia de la Vida
SpiritualUna familia que me quiere mucho, con buen nivel económico, la oportunidad de estudiar en las mejores escuelas del país donde vivo, y muchos amigos. ¿Qué más podía pedir? La estabilidad rodeaba todos los aspectos de mi vida. Estaba acostumbrado a que...