- ¡No se que hago con mi vida Julia! - Gritó exasperada.- Pero María es que no te entiendo... si solo es una fiesta, la has invitado, como si me invitas a mi, no hay nada más ¿no?
María apretó los labios y un brillo muy peculiar apareció en sus ojos, dándome a entender que si, que había más.
- Vamos a ver, no puedes presentarte en mi piso como si fueras un puto huracán despotricando de tu vida y ahora quedarte callada ¡Que soy tu amiga María coño!
- Cada vez que la veo se me cae el mundo encima... hacía años que no sentía esto, y tú sabes lo que quiero a Pablo, pero ella me hace sentir distinta, con ella es otro mundo Julia...
- ¿Os habéis besado?
Silencio.
- ¡María!
- ¡Vale! ¡Sí joder! Y no solo una vez...
- Joder como está el patio... Mari tienes que hablar con Pablo, joder que sois maduros y él es un tío de puta madre, si le eres sincera no se va a enfadar...
- Es que tampoco he hablado de nada con Marta, no quiero adelantar acontecimientos.
- María cariño, no se trata de adelantar acontecimientos, se trata de que tu relación con Pablo no es igual y si sigues así le vas a hacer daño, y tú también vas a salir mal, estés o no con Marta, habla con él.
- Vale, vamos a cambiar de tema ¿Alba que?
- Alba nada, hablé el jueves con ella, me dijo que me llamaría y no lo ha hecho...
- Bueno, piensa que todo le habrá pillado de golpe, necesitará despejarse. - Contesta con un gesto despreocupado.
- Ya pero joder, que somos amigas María, ¡que coño! ¡Somos hermanas! Me preocupa...
- Tranquila que en menos de lo que creemos estará de vuelta, a todo esto... ¿Has invitado a Carlos al final?
- Claro, no le iba a dejar en casa solo.
- Julia te estás metiendo en un berenjenal... ¿Estás segura de todo lo que conlleva esa relación?
- ¿Que quieres decir? - Frunzo el ceño un tanto molesta, es cierto que suelo pedir consejo a mis amigas, pero con el tema sentimental... eso ya es caso a parte.
- Vamos a ver, es tu profesor, te saca como diez años, tenéis que estar escondiéndoos de la gente, no podéis hacer vida de pareja normal... ¿sigo?
Niego con la cabeza analizando toda la información.
- ¿Te merece la pena?
- ¡Oh vamos María! Hemos hablado muchas veces de esto, incluso antes de que descubriéramos que es nuestro profesor, ¿crees que me metería en toda esta mierda si no fuese importante?
- Le quieres más de lo que pensaba...
- Dejémoslo en que es una persona importante, y ahora vamos a terminar de arreglarnos que no llegamos.
Intenté cortar la conversación lo más rápido posible, no me gustaba hablar de Carlos y de mis sentimientos, nunca he sido una persona abierta al amor y a las relaciones, es más, nunca había tenido una relación seria ni la había buscado, me sentía mucho más cómoda con rollos de no más de unos meses las cuales se basaban en sexo y poco más.
Ni quería querer ni quería dejar que me quisieran.
Y aceptar que con Carlos había sentimientos a los que yo siempre me había negado todavía me costaba.Una vez cenadas y arregladas nos encontrábamos llegando al piso de Pablo, en la puerta nos esperaban África, Sabela y Marilia, dato que yo no sabía y que en cierto modo me incomodaba, me encantaba que por fin hubieran venido a una fiesta de estas después de haber insistido varías veces, pero justo hoy, que había invitado a Carlos pues era de todo menos oportuno.