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he's so perfect all the time

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Billy entró en la habitación de Mary corriendo, sin llamar a la puerta y descojonandose de la risa.

-Mary ¿has visto el vídeo del perro comiendo ensalada? - trataba de aguantarse las carcajadas, pero no lo conseguía y escupía un poquito al hablar.- Es buenísimo.

Mary arrugó la nariz ante los perdigones que soltaba Billy. Respiró, y decidió tomárselo con calma. Su querido hermano acababa de echar a perder su partida magistral de Subway Surfers. ¡Estaba a punto de superar su propio récord! Y todo por no llamar a la puerta. Si hubiera avisado, podría haberlo puesto en pausa. Pero Billy era Billy. Tiró el teléfono en dirección a la cama y se giró hacia el chico.

-No Billy, no lo he visto. Pero creo que tú vas a solucionar eso, ¿verdad?

-Claro que sí. Tienes que verlo, es fantástico. Te vas a partir de risa.

Se metió en la galería de su móvil y le dio al play, mientras se lo ponía en la cara a su hermana.

Y sí, efectivamente, en el vídeo salía un perro comiendo ensalada. Pero se le salía por los lados y babeaba. Y luego salía una señora que se ponía a regañar al perro gritándole: "¡Firulais, no te comas mi rúcula dietética!"
Tenía que reconocer que sí que era gracioso, y empezó a reírse.

-¿De dónde sacas estas cosas Billy?- dijo riéndose todavía.

-No sé, Internet las hace aparecer para mí. ¿Quieres verlo otra vez? Yo lo he visto una cinco.

-¡Claro! Tengo el Subway Surfers abierto en mi móvil, juega si quieres.

Dicho y hecho. Billy se sentó en la cama de Mary y empezó una partida mientras la susodicha volvía a reproducir el vídeo.

Después de verlo tres veces, decidió ver si había algo más interesante en la galería de Billy. Y tras pasar un par de chistes verdes y un vídeo de Superman perreando con Batman que era francamente impactante, dio con algo.

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Y ese algo era algo gordo. Y bastante tierno a su parecer. Y también bastante stalker. La galería de Billy estaba repleta de fotos de Freddy.

Freeddy durmiendo, Freddy bebiendo, Freddy respirando. Vamos, demasiado Freddy. Aunque por lo visto, para Billy nunca había suficiente Freddy.

-Billy, ¿puedes venir un momento por favor?

-Voy. ¿Qué pasa? Estaba a punto de superar tu récord.

Mary le dio la vuelta a la silla de escritorio en la que estaba sentada y simplemente señaló en el teléfono la galería abierta en la que se veían muchísimas fotos de Freddy.

El rostro de Billy empezó a volverse rojo mientras trataba de  tartamudear una respuesta coherente.

-Y-yo no sé e-era un ¿experimento social?

Mary levantó una ceja mientras contestaba.

-No me lo trago Billy. Quiero una explicación no gay. Aunque si es una explicación gay tampoco me voy a quejar.