NATALIA
Ando a paso rapido por la acera cruzandome con pandillas de guiris. Intuyo exageradamente borrachos y rojos. pregunto a unos con Pintas por un cajero y me mandan dos manzanas más para allá. Menos mal que me puse zapato plano. Sigo caminando y me meto poco a poco en mis pensamientos. Cuando llego al banco estoy hasta el cuello de recuerdos. Todo tonterías.Ni siquiera sé cuánto he sacado y vuelvo con intención de decirle a Bea que no estoy de humor, que mañana será otro día y que me voy a dormir al hotel. Cuando llego al local donde la había dejado..., Sorpresa, no la encuentro. Miro en los baños de caballeros, donde no está pero me ha parecido ver una anaconda. Localizo el amiguete de su ligue, qué ahora esta, ya susurrándole al oído a una morena bajita y le pregunto si ha visto a mi amiga.
X: sí. Se fue con mi amigo.
Natalia: ah... Sabes donde se han ido?
X: mi amigo me avisó de que se iban a vuestro Hotel.
Aprieto los labios, fijo otra sonrisa y salgo del garito cagándome en toda la estirpe de Bea. ¿Y ahora donde se supone que voy a ir yo si esta está hincando en nuestra habitación de dos camas? Tengo noche tonta y me entran ganas de llorar. Reprimo las lágrimas y sigo a lo largo de la playa. Álvaro. Recuerdos de Álvaro en todas partes. Y yo que quería escapar de él... Me lo traje en la maleta.
Sigo andando por un camino largo y llego a la playa. Cerca de la orilla, a lo lejos, se mueve gente. Me quedó mirando a la gente. Me pongo triste. Y tengo muchos motivos. Cojo el teléfono y miro la hora. Las 3:30. Me recuesto sobre la arena y me pongo a pensar en él.
Una risas bastante cercanas me sacan del estado de lloriqueo mismo y me pongo alerta. Me extraña, porque es una zona poco concurrida. No es que me moleste mucho que unos desconocidos me vean allí hecha un despojo, pero prefiero evitarlo para no darme más pena a mí misma.
La luz que proviene del paseo recorta la figura de una pareja. El anda tambaleándose, riéndose y toqueteándola. Todo en un plan bastante histriónico. Ella, sin embargo, también acogida a una a lata de cerveza. Los dos son altos y delgados, con las piernas largas. No deben de percatarse de mi presencia, porque se sientan mucho más cerca de lo que haría una pareja que busca intimidad en mitad de la noche. El está visiblemente borracho. Habla sin parar de cosas sin mucho sentido, como en un burbujeo de palabras que su acompañante parece ignorar. Ella mira el frente, impasible, y al final se recuesta en las dunas, con las manos debajo de la nuca. Entonces el lanza una carcajada, y apartando su flequillo se agacha hacia ella mientras sus manos se acercan a su vestido.
Pero ella le coge la mano y se la levanta.
X: no hagas eso, nadie te lo ha pedido.-Contesta molesta ella.
X:No quieres ?-dice con una voz lasciva
X: no.-responde ella secamente.
X: joder... Pues... ¿Qué hacemos?-Insiste
X: ¿Por qué no te vas?
X:¿ por qué?
X: porque prefiero estar sola.
X: pero...
X: venga, mira, toma - mete la mano en el bolsillo y saca lo que deduzco que es un billete — coge un taxi, vuelve donde quiera que vivas o duermas o yo que sé. Pero vete.
Sin esperar respuesta ella se levanta y camina hacia la orilla pasando por delante de mí, pero sin percatarse de que estoy aquí encogida.
A él le pierdo de vista pronto y ella continúa paseando hasta meter Los pies y parte de las piernas en el agua, vestida. Se sienta en la orilla sin importarle mojarse y ahí sigue. Me concentro en mis cosas y la ignoro.
En mi estado me adormezco. Bien, lo que me faltaba para hacerlo todo más lamentable: borracha, dormida y sola en una playa solitaria. Pero cuando estoy apunto de dormirme, la veo acercase hacia donde estoy acurrucada. La noche está empezando a aclararse y se intuye que dentro de poco aparecerá el sol. Mi intención es levantarme e irme, pero me quedo atónita cuando una de las luces del paseo le ilumina la cara. Tiene los labios muy vividos y unos ojos Color miel resplandecientes. Lleva el pelo desordenado, rubio pero corto y una camiseta de una banda. Una facción dulce y onda, algo intimidante, con pestañas espesas y oscuras. Son unos ojos que podrían hacer suspirar a cualquiera.Se levanta un poco de arena cuando ella se deja caer a mi lado, mirando hacia la orilla. Sus vaqueros están húmedos y oscurecidos y sus zapatillas convers llenas de arena. Parece ser que esos ojos también me han visto a mí.
X: hola-susurra.
Nat: hola-contesto.
X: ¿llevas ahí mucho tiempo?
Nat: no escuché ni vi nada-respondo muy rápido.
Ella me mira de reojo y se revuelve un poco más el pelo.
X: aunque lo hubieras hecho no tiene importancia. Es algo que pasa más a menudo de lo que me gustaría.
Natalia: pues... Siento mucho escuchar eso... es cierto que pasa a menudo...
X: y: y... ¿Qué haces aquí?-Pregunta con un tono de voz suave.
Natalia: no quieres saberlo. Es una historia demasiado larga.
X: ¿por qué no me la cuentas? Talvez te puedo ayudar...
Abro un montón los ojos y cojo aire. Después resoplo y miro hacia el mar. Este tipo de cosas solo me pasan a mí, está claro. Le echo un vistazo rápido y un montón de burbujas me suben por el estómago. Bueno, Natalia, si por algo estás preparada en esta vida es para salir de stuaciones extrañas airosa me digo. Así que me echo el pelo detrás y empiezo a hablar, en voz baja
Natalia: yo creia que sería buena idea, ¿sabes? Venir, emborracharme y ligar con cualquiera, pero..., Pero creo que solo lo hice para hacer rabiar a otra persona.
X: se de lo que hablas... cómo te llamas?- pregunta inquieta mirándome a los ojos.
Natalia: Natalia, tú?
X: Alba.
Buenoo que ya queda poco para pascuaaaas😻😻 aqui os dejo este regalito🧡
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HOLD MY HAND
Fiksi Penggemar2 chicas, persiguen distintos caminos, pero los dos llevan al mismo destino. ES eso? es el destino el que nos une? parece ser que si en esta historia de amor y drama pasional entre natalia y alba.