Capítulo 4🌙

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Sadie.

El olor a alcohol inunda mis fosas nasales, abro mis ojos recordando todo lo que pasó antes de que cayera en la inconsciencia. ¿Escuché bien? Veo a Karissa que sonríe orgullosa cuando me ve abrir los ojos.

—¿Estás bien? Me preocupé demasiado por ti, pensé por un momento que habías muerto  —ríe — suena ridículo pero fue lo primero que pensé, en fin, ¿quieres ir al funeral de mi abuelo o prefieres quedarte aquí?

No rechazaría esa oferta. Ver a la persona que mató a mi padre en un ataúd sería lo más raro, increíble y perfecto que me podría haber pasado. ¿Y si ellos tuvieron algo que ver con el asesinato de mi padre? Los Jones se miran unas personas confiables y de buena fama pero no puedo confiar en ellos. Las apariencias engañan.

—Sí, estoy mejor. Y sí, ahí estaré, lamento mucho tu perdida, Karisse —miento.

—Supongo que las cosas pasan por algo. Él era una persona con un corazón tan puro —un par de lágrimas caen de sus ojos y baja la vista —, no debió morir. Yo lo quería muchísimo, él me mostró cosas grandiosas y me enseñó que la magia sí existe...

—¿Pura? Él era un monstruo —susurro para mis adentros.

—Me iré a cambiar, te prestaré algo de ropa —se levanta de la cama y sale de la puerta antes de decir: —. Recuerdo cuando dijo que él iba a tener tres casas y que la última iba a ser la peor, ahora lo entiendo todo.

No dije nada porque ella ya había salido de la habitación. No me arrepiento en nada, al contrario, me siento feliz. Eliminé a una amenza del mundo y me siento orgullosa de mí. Admito que me siento demasiado mal por Karissa, ella lo amaba pero no conocía quién era en verdad su abuelo. La rubia vuelve a entrar a la habitación, trae una falda larga y una blusa nada provocativa; todo su conjunto es negro. En sus manos trae un vestido del mismo color que su atuendo, me lo tiende para que me lo ponga, asiento y me dirijo al baño para ponerme el vestido.

Entro al baño, y cierro la puerta con seguro. Un espejo decora la pared, me paro frente a él, examinandome. Una chica de dieciséis años me devuelve la mirada. Me gusta lo que veo. Siempre me he preguntado si la belleza es una bendición o una maldición, el acoso que viví por años fue debido a la belleza, fui ahí cuando mi autoestima fue bajando.

Recordar me hace demasiado mal, los sollozos se hacen presentes.

—Sadie, ¿está todo bien? —pregunta Karissa detrás de la puerta.

—Ssí, y-yo so-sólo —no puedo formular una oración coherente —. En un momento salgo.

Karissa no responde y sólo escucho como se aleja. Suspiro, limpiando las lágrimas que cayeron de mis ojos. Salgo de la habitación ya cambiada decentemente, el vestido es lo suficientemente largo y no me incomoda, estoy acostumbrada a usarlos así. Camino hacia la sala y me encuentro con toda la familia Jones, están en completo silencio sentados en la sala, se sienten devastados.

—Te ves bien, Sink —murmura Ashton y ruedo los ojos en mi interior. No quiero nada con él, y mucho menos un problema con su novia. No quiero problemas, en cualquier momento saldré de aquí y me dedicaré a encontrar a Finn.

Extraño su risa, su adorable risita. Extraño sus abrazos, sus consejos. Lo extraño a él, y no verlo nunca más se convertiría en mi perdición. Lo necesito más que a nadie, me pregunto si él también me extraña o si ya se olvidó de mí.

—Gracias, Ashton —sonrío falsamente, su novia me mira con desagrado y veo como le reclama en silencio.

—Ya deberías irnos —murmura Rose, con un pañuelo limpia sus lágrimas.

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2019 ⏰

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