Mเ Dαɱα ∂ε ℓα Cσɾƭε | ɦเรƭσɾเα ρεφµεñα ρσรƭεɾเσɾ α ⅅ2

Eʟ ᴠɪᴛʀᴀʟ ᴅᴇ ʟᴏs ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀᴅᴏs

En el baile real, Evie y Mal veían el vitral de la dama de la corte y el rey.

-¿Y ahora qué sigue? -le preguntó a Mal. Ésta veía como todos bailaban alegremente.

También estaba alegre.

-Evie, yo creo que esto es cool -dijo-, tal como me gusta-frunció la boca, fascinada.

-Lo sé, es genial -concuerdo con su amiga. Después , al darse cuenta de la repentina distracción de Mal , le dio un golpecito en las costillas.

Mal se quejó y abandonó la idea de mirar al frente.

-Vamos, si quieres otro besito sólo dáselo -la animó Evie.

-¿Quién te dijo que yo, Mal, pensaba en eso? -le pregonó simulando ofensa, con una voz un poco teatral. Sólo exagerado.

Ambas amigas estaban viendo desde lo alto de las escaleras. Ben estaba hablando con sus amigos: Carlos, Doug y Jay. Estaba riendo, y a Mal le encantaba que estuviera haciéndolo. La mejor amiga tenía razón: no había dejado de pensar en lo sucedido rato atrás. Era tan bueno tener algo tan especial con una persona y poder estar segura que es verdadero.

-Sabes que sí -rió Evie mientras tomaba un pequeño tazón de fresas de la charola de un mesero.

Mal le arrebató la fresa que se estaba por llevar a la boca, mientras que con su otra mano saludó a su novio, quien volteó a verla con una expresión adorable.

-Iré a bailar con Doug -declaró con la excusa de que Mal la siguiera hacia abajo de las escaleras. Aunque no era totalmente excusa, ya que no era mentira que quisiera bailar con él.

Claro que funcionó.

-Hola, cariño, sácame a bailar, ¿sí? -Doug asintió para después ser jalado por Evie hacia lugar donde muchas parejas bailaban-. Adiós -meneó la mano hacia Mal burlonamente.

Mal se quedó sola con Ben luego de que Carlos y Jay también se fueran con sus respectivas parejas.

-Te ves maravillosa, ¿sabes? -Tomó las dos manos de su novia y se las acomodó en el pecho-. ¿Qué me dices? ¿Te gustó tu regalo?

«¿Te refieres al vitral? ¿Ése en el que estás arrodillado ante mí y donde soy justo la chica que quieres a tu lado y no la perfecta novia del rey? Oye, no para nada», pensó entre emotiva y sarcásticamente para sí misma.

Ben esperaba su respuesta.

-Es lindo -contestó sonriente.

La respuesta en su cabeza había sonado con más emoción y con muchos signos de admiración.

-Sólo lindo me suena a la Mal que adoro -la acercó a él.

-Ay, sí, ni loca vuelvo a pintarme el cabello de rubio. Ni por ti ni por nadie.

Rodó los ojos con tono de broma.

-Eso espero, Igna -Ben le guiñó el ojo. Mal enseguida le tapó la boca y miró a modo sospechoso para todos lados.

-¡Ben! ¿No recuerdas que eso es un secreto entre tú y yo? -Ben nada más se rió del comportamiento de su novia.