A LAS CLASES OBRERAS DE GRAN BRETAÑA

10 1 0
                                    


Trabajadores!A vosotros dedico una obra en la que he intentado describir a miscompatriotas alemanes un cuadro fiel de vuestras condiciones de vida,de vuestras penas y de vuestras luchas, de vuestras esperanzas y devuestras perspectivas. He vivido bastante tiempo entre vosotros, demodo que estoy bien informado de vuestras condiciones de vida; heprestado la mayor atención a fin de conocerlas bien; he estudiado losdiferentes documentos, oficiales y no oficiales, que me ha sido posibleobtener; este procedimiento no me ha satisfecho enteramente; no essolamente un conocimiento abstracto de mi asunto lo que meimportaba, yo quería veros en vuestros hogares, observaros en vuestraexistencia cotidiana, hablaros de vuestras condiciones de vida y devuestros sufrimientos, ser testigo de vuestras luchas contra el podersocial y político de vuestros opresores. He aquí cómo he procedido: herenunciado a la sociedad y a los banquetes, al vino y al champán de laclase media, he consagrado mis horas de ocio casi exclusivamente altrato con simples obreros; me siento a la vez contento y orgulloso dehaber obrado de esa manera. Contento, porque de ese modo hevivido muchas horas alegres, mientras al mismo tiempo conocíavuestra verdadera existencia -muchas horas que de otra manerahubieran sido derrochadas en charlas* Salvo las notas seguidas de las iniciales F. E., que son de FedericoEngels, todas las demás notas son de los editores alemanes. Si lanota de Engels es de 1892, se indica esta fecha entre paréntesis.

convencionales y en ceremonias reguladas por una fastidiosa etiqueta;orgulloso, porque así he tenido la ocasión de hacer justicia a unaclase oprimida y calumniada a la cual, pese a todas sus faltas y todaslas desventajas de su situación, sólo alguien que tuviera el alma de unmercachifle inglés podría rehusar su estima; orgulloso asimismoporque de ese modo he estado en el caso de ahorrar al pueblo inglés eldesprecio creciente que ha sido, en el continente, la consecuenciaineluctable de la política brutalmente egoísta de vuestra clase mediaactualmente en el poder, y, muy simplemente, de la entrada en escenade esta clase.Gracias a las amplias oportunidades que he tenido de observar almismo tiempo a la clase media, vuestra adversaria, he llegado muypronto a la conclusión de que tenéis razón, toda la razón, de noesperar de ella ninguna ayuda. Sus intereses y los vuestros sondiametralmente opuestos, aunque trate sin cesar de afirmar locontrario y quiera haceros creer que siente por vuestra suerte lamayor simpatía. Sus actos desmienten sus palabras. Yo espero haberaportado suficientes pruebas de que la clase media -pese a todo loque se complace en afirmar- no persigue otro fin en realidad que el deenriquecerse por vuestro trabajo, mientras pueda vender el productodel mismo, y de dejaros morir de hambre, desde el momento en que yano pueda sacar más provecho de este comercio indirecto de carnehumana. ¿Qué han hecho ellos para demostrar que os desean el bien,como ellos dicen? ¿Han prestado jamás la menor atención a vuestrossufrimientos? ¿Jamás han hecho otra cosa que consentir en losgastos que implican media docena de comisiones de investigacióncuyos voluminosos informes son condenados a dormir eternamentedebajo de montones de expedientes olvidados en los anaqueles delHome Office1. ¿Jamás han revelado sus modernos Libros Azules lasverdaderas condiciones de vida de los "libres ciudadanos británicos"?En absoluto. Estas son cosas de las cuales prefieren no hablar. Elloshan dejado a un extranjero la tarea1 Ministerio del Interior

de informar al mundo civilizado sobre la situación deshonrosa en quesois obligados a vivir.Extranjero para ellos, pero yo espero que no para vosotros. Puedeser que mi inglés no sea puro; pero abrigo la esperanza de que, apesar de todo, resulte un inglés claro.Ningún obrero en Inglaterra -ni tampoco en Francia, dicho sea depaso- jamás me ha considerado extranjero. Siento la mayorsatisfacción al ver que estáis exentos de esa funesta maldición que esla estrechez nacional y la suficiencia nacional y que no es otra cosa afin de cuentas que un egoísmo en gran escala; he notado vuestrasimpatía por cualquiera que consagre honradamente sus fuerzas alprogreso humano, ya se trate de un inglés o no -vuestra admiraciónpor todo lo que es noble y bueno, ya sea producto de vuestro suelonatal o no; he hallado que sois mucho más que miembros de unanación aislada, que sólo desearían ser ingleses; he comprobado quesois hombres, miembros de la gran familia internacional de lahumanidad, que habéis reconocido que vuestros intereses y aquellosde todo el género humano son idénticos; y es a este título demiembros de la familia "una e indivisible" que constituye lahumanidad, a este título "de seres humanos" en el sentido más plenodel término, que yo saludo -yo y muchos otros en el continentevuestro progreso en todos los campos y os deseamos un éxito rápido.¡Y ante todo por el camino que habéis elegido! Muchas pruebas osesperan aún; manteneos firme, no os desalentéis, vuestro éxito esseguro y cada paso adelante, por la vía que tenéis que recorrer, serviránuestra causa común, ¡la causa de la humanidad! 

Federico Engels

Barmen (Prusia renana), 15 de marzo de 1845.


LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA EN INGLATERRA- FEDERICO ENGELSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora