Entre la desconfianza y el deseo.

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El despacho de Kim Seungmin estaba en completo desorden. Al ser un investigador privado de renombre, y por ser tan recomendado, a veces se veía desbordado de trabajo.

Las carpetas y papeles se amontonaban por todos lados mientras él revisaba los últimos detalles de su investigación. Un sonido en su teléfono lo hizo levantar la vista. Era una llamada inesperada, de una firma de abogados que representaba a la familia Hwang, el hijo mayor de ellos era un empresario poderoso conocido por su estilo de vida imponente y su habilidad para hacerse enemigos. Y más aún, para meterse en problemas.

Tenía que ser una broma. Pensó para sus adentros. La familia Hwang no tenía buena reputación en su mundo, por lo que ninguno de sus colegas quería involucrarse con ellos. Kim no era la excepción.

—Señor Kim, le estamos enviando un caso urgente. El hijo del Sr. Hwang ha recibido amenazas de muerte, y necesitamos que lo investigue —dijo la voz en el teléfono con tono profesional pero preocupado—. Pero debe tener en cuenta que él no está precisamente encantado con su intervención.

—Ya somos dos — balbuceó Seungmin cuando la llamada finalizó.

(...)

Cuando Seungmin llegó al lujoso edificio de oficinas a cargo de la familia Hwang, el ambiente era tenso. Hwang Hyunjin, el hijo mayor y heredero de aquél imperio, era un hombre de presencia dominante y mirada desafiante.

Una señorita muy amable se encargó de dirigirlo hacia su despacho, donde Hyunjin lo recibió con frialdad.

—No necesito un detective privado para protegerme. Tengo mis propios métodos —dijo Hyunjin con desdén.

—Tampoco estoy feliz con esto, si me permite expresarme — mencionó el investigador con una sonrisa tranquila. —Y no me malinterprete. No estoy aquí para hacerle un favor, señor Hwang. Estoy aquí porque me han contratado —siguió Seungmin, tratando de mantener la calma—. Por favor, permítame hacer mi trabajo.

Hyunjin cruzó los brazos y lo miró con desconfianza. Observándolo desde su lugar con superioridad.

—No me gusta que alguien se meta en mis asuntos, especialmente alguien como usted.

A Seungmin no le había pasado desapercibido el énfasis que el pelinegro había puesto en la última palabra. Soltándola casi con desprecio.

Kim sonrió divertido.

—Créeme, lo que menos me apetece en estos momentos es ser el niñero de un hombre que no sabe cuidarse solo y únicamente se mete en problemas que luego no puede controlar. Pero tu papi, el que por cierto siempre se encarga de limpiar tu mierda, ha puesto suficiente dinero sobre mi escritorio, así que, ¿quién podría negarse?

La mandíbula de Hyunjin se apretó, visiblemente molesto, pero a Seungmin poco le importó. No iba a permitir que un chico adinerado y caprichoso le faltara el respeto, ni a él ni a su trabajo. Por lo que haciendo una mini reverencia, y regalándole una sonrisa burlona, salió del despacho para que las personas allí lo pusieran al tanto de la situación.

(...)

Los días siguientes, Seungmin intentó recabar información y seguir pistas, pero Hyunjin seguía obstinadamente en contra de cualquier sugerencia. Sin embargo, cuando una amenaza se materializó y un atentado fallido puso en peligro la vida de Hyunjin, ambos se encontraron en una situación inesperada.

El despacho del hijo mayor de los Hwang había estallado en pedazos. Nadie supo cómo habían hecho para burlar la seguridad y colocar un explosivo allí. Definitivamente debía haber alguien infiltrado puertas adentro.

Entre el peligro y el deseo [ Hyunmin/Seungjin OS ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora