The Shadow Nigth
Capitulo1: Desconocida
Era una noche fría y oscura, el viento mecía con algo de brusquedad las copas de los árboles. Por mucho que llevara una sudadera, el frío traspasaba y entraba en mis huesos haciéndome temblar. Iba dirección para mi casa después del ensayo de baile, aún sigo preguntándome porque accedí a ir a las clases de baile. Era ya tarde así que decidí ponerme a caminar mas rápido para llegar pronto a casa, pero un ruido no muy lejos de donde yo estaba me desconcertó., ¿Y si alguien había tenido un accidente por culpa de este viento? Me dispuse a acercarme lentamente, el ruido provenía de un pequeño parque enfrente de unos edificios. Asome lentamente mi cabeza por la entrada y vi dos figuras, una en el suelo y otra de pie enfrente de la persona la cual yacía en el suelo, me dispuse a acercarme lentamente y vi a un señor de unos 35 años en el suelo y en su cara se reflejaba el miedo, seguí acercándome a ellos, y entonces pude ver a la figura que estaba de pie, era una joven, debería tener unos 14 años de edad, su cabello negro caía por su espalda, mientras algunos mechones caían por sus hombros hacía delante, al fijarme en ella vi que llevaba una especie de camisón negro de encaje semi transparente, pero debajo llevaba otra tela que no permitía que nada se vislumbrara. En su espalda se conseguía ver unas grandes alas de plumaje color negro, pensaba era un disfraz, y en la mano de la joven una gran espada afilada que apuntaba hacía el señor que estaba en el suelo. Decidí acercarme mas hasta el punto en que ella me vio, sus ojos eran de color oscuro y sus labios eran pálidos, su piel era blanca cual copos de nieve, parecía suave pero no estaba seguro, cuando vi que la joven se acercaba a mi decidí hablar primero.
-Hola… Necesitáis ayuda? –Pregunte intentando no asustar muy asustado ni que pensara que era una amenaza-
La chica cada vez estaba mas cerca, esbozo una sonrisa y se paro enfrente de mí.
-Si quieres seguir viviendo, empieza a correr y jamás regreses por aquí, ni me busques.-dijo la chica y cuando se oyeron las sirenas de la policía la chica ya había desaparecido.-
Cuando quise salir de allí era tarde, habían dos coches bloqueando cada estrada o salida del parque. No sabía que hacer no había hecho nada. Se acerco un policía apuntándome con una pistola. Me izo levantar las manos, mientras otros policías y camilleros atendían al hombre que aun yacía en el suelo. Intente que el policía me creyera que yo no había hecho nada, oí un grito y me acerque haber que había pasado.
Baje la vista al suelo y suspire, no podía moverme ni un centímetro o el policía no dudaría en dispararme. Entonces un sonido se oyó en el parque y todos los policías y camilleros estaban desmayados en el suelo, cuando busque al responsable, vi de nuevo a esa joven y hermosa chica a varios metros de altura del hombre que había sido su victima, lo atravesó con la espada y luego me miro a mi. Oí un leve susurro que decía: “ Te dije que corrieras niño idiota!” se acerco a mi, me cogió y me elevo. Al mismo momento en que me tocaba me desmaye sin que pudiera hacer nada para impedirlo.
Varias horas después me encontré en la habitación de mi casa, tenía la extraña sensación de que nada de lo que sucedió fue un sueño. Me levanto aun algo mareado y mire por la ventana, no había ni una señal de la joven de cabello rubio plateado y ojos dorados. Suspire y me senté en la cama recordando lo que había pasado esa misma noche. Todo lo tenía borroso, pero me acordaba de la joven, no podía olvidarla, era la chica mas bella que había visto en su vida, oí los pasos de mi madre, era fácil reconocerla, siempre llevaba esos altos tacones, que algún día le pasarían factura. Golpeo la puerta de mi cuarto, y al no obtener respuesta, debió suponer que estaba dormido, así que se alejo hacía su cuarto y cerro la puerta.