Bajo la mirada. Mis pies están bañados por un río
claro y cristalino, puedo ver desde lo alto de mi figura
las pequeñas piedrecillas de colores en el fondo,
Parecen tan brillantes tan indulgentes, Lentamente me siento
sobre las frescas aguas.
Floto, entre la corriente me arrastra, me dejo llevar
por sus aguas tan cálidas y trasparentes.
hace frio mientras mi imaginación vuela surcando
los aires de un pueblo cercano.
el olor de poemas pasados se mezcla con
las cazuela en hervor. Mientras mi pensar se fuga con las alas
de tu golondrina en vuelo. Así mi verbo se convierte
en libre albedrio para pájaros tuertos.
Me baño en el río de lo que somos con naturalidad,
Si así floto en medio de la turbulencia,
me voy lejos en esta crayola de colores que
no deja de envolver la dulce melodía callada
de los sonidos, esos que se respiran y se sienten
cuando uno está aquí en medio de la no existencia.
El campo, la silueta de los árboles, las sobras que proyectan
en el piso con su follaje,
la nóstica manera de no ser nóstico.
Me bajo de este cielo de mundos comprimidos en uno solo
hasta enrojecerme debajo de tu piel cálida,
serena, trémula, mustia a veces y otras tan dadivosa,
tan resplandeciente, que podría gritar que eres
casi divino. Mas esta ansia de ti me lleva a recorrer
el río de la vida con la tranquilidad del tiempo,
de las horas que en nano segundo se deslizaron
por las faldas y los fondos de mujeres ricas y sumergías
en perfumes caros pero ahora.. ahora solo quiero sentir
los rayos de sol y tu cuerpo junto al mío.
