Prólogo - La chica que no le encontraba sentido a la vida

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Y era un día soleado y hermoso. Uno de esos días perfectos, sin una nube en el cielo. Caminando por la carretera intransitada, iba él, un joven de 19 años que acababa de salir de la facultad de derecho. Con su morral colgado en diagonal, sus manos en los bolsillos, y sus pies desorientados, él caminaba solo. Al momento de cruzar el puente que llevaba al otro lado del río, advirtió que una joven se encontraba parada en el borde, a punto de caer. Con una corrida, producto de un movimiento breve e involuntario, él logra agarrarla y alejarla del peligro. Su corazón se detuvo por un momento, al razonar lo que esta muchacha quería hacer. No dejaba de abrazarla, pues no quería que vuelva a intentar eso que ponía su vida en riesgo. La joven pronto rompió en llanto:

- ¡¡Déjame ir!!-Decía mientras su llanto era continuo y agudo.- ¡Quiero tirarme! ¡¿Por qué no me dejas?! ¡Suéltame!

-No... ¡No dejaré que mueras! No tienes porqué...

-Sí, sí tengo...

-Dilo... ¿Con qué fundamentas este acto?

-No le encuentro valor a la vida... Eso es todo...-Su llanto ya se detenía, ahora sonaba desganada.

- ¿Cómo dices?-La suelta, y ella va de vuelta a intentar matarse.

Pero antes de llegar, es tomada por él, de un brazo. Con la cara roja y sudorosa, con la voz temblorosa, y con otras cosas en su contra, pudo tener el coraje de prometer algo:

-Si no intentas hacerte daño otra vez... Yo prometo que... ¡Te enseñaré el valor de la vida! ¡Te daré cinco razones para vivir!

- ¿Y qué si lo intento otra vez?

-Pues... Haré todo lo que esté a mi alcance para detenerte.-Ahora, una sonrisa confiada salía de su rostro.

Ella bajó la cabeza y sonrió también. Entonces, ambos, creyendo uno en el otro, tomaron sus manos, y prometieron encontrarle el valor a la vida.

-Soy Traful, un gusto.-Dijo sonriendo y esperando una respuesta de ella.

-Me llamo Zoe...

-Bien, Zoe... No se a ciencia cierta que hacer ahora sabes...-Reía.

-Demuéstrame lo que vale la vida, ¡Vamos!

-Bueno... Creo que lo primero sería...-No acaba de hablar, pues es interrumpido por un hombre de traje blanco que toma a Zoe, y sale corriendo.- ¡Oye!-Dice él, y se pone a perseguirlo.

Para cuado se quiso dar cuenta, otros dos hombres, vestidos igual que el anterior lo noquearon, y Traful cayó al suelo indefenso.

Cinco razones para vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora