Única parte

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Una vez más estoy aquí. No sé muy bien qué hora es, pero está a punto de atardecer.

Recuerdo todas esas veces en las que irrumpías en mi estudio, me tomabas de la mano y corríamos hacia la azotea sólo para observar cómo el sol se escondía. Yo no podía enojarme contigo, aún cuando llevaba horas sin dormir por trabajar en una nueva canción, si llegabas tú con esa sonrisa que lograba opacar hasta el mismo sol que tanto adorabas ver, todo lo valía.

Solías decirme que la puesta del sol era tu momento favorito del día. Cuando te pregunté el motivo, dijiste que era porque amabas la oscuridad que esta traía. No lo había entendido en ese momento, y no quise preguntar más porque tú estabas absorto en el atardecer. Cuando llegó la noche, y tu cabeza reposaba sobre mi pecho, dijiste con una voz apenas audible:

- Hyung, ¿sabe por qué me gusta la oscuridad? Porque las estrellas brillan con más intensidad. Cuanto más oscura sea la noche, más brillarán.

Lo único que hice fue inclinarme para dejar un beso en tu cabello. Me habías dejado sin palabras, pero con sólo un pensamiento en mente: Jimin, tu eras esa estrella que iluminaba la oscuridad en mí.

Nuestros amigos me dicen que ya es hora de seguir adelante; cada uno de ellos lo hizo. Algunos ya se mudaron, otros comenzaron sus carreras como solistas. La verdad es que no los culpo, pero no puedo hacerlo, Jimin. ¿Cómo se supone que siga adelante si cada uno de los planes que tenía te incluían a ti?

Ha pasado casi un año, pero el tiempo se volvió malditamente lento. Cada segundo que pasaba era una agonía. Cada minuto que pasaba sin escuchar tu risa me fue destruyendo poco a poco. Cada hora que perdía sin volver a ver tu rostro me volvía loco.

La noche antes de que lo hicieras nos habías organizado una cita. Te encargaste de liberar nuestras agendas, me obligaste a usar un traje y cenamos a la luz de la luna. Tú estabas hermoso, por supuesto, y me habías atrapado varias veces mirándote fijamente, a lo que sólo reías avergonzado y te ruborizabas. Elegiste tu canción favorita y no hizo falta que me lo pidieras; tomé tu mano y comenzamos a bailar lentamente. Sabías que nunca fui bueno en bailar, pero tú sólo me sonreías y no dijiste nada al respecto.

A mitad de la canción, tu sonrisa había desaparecido, me miraste a los ojos y pronunciaste:

- Nunca me arrepentiré de haberte conocido. Espero que en esta, y en las vidas que siguen, estemos juntos. Te amaré hasta el fin de los tiempos.

No me había dado cuenta de la tristeza en tus ojos. Supongo que no me di cuenta de muchas cosas. No sabía cuánto estabas sufriendo; y a pesar de cuánto amor te brindaba, eso nunca había sido suficiente para reparar tu herido corazón.

Nadie podrá saber en verdad cuánto sufre una persona. Podemos estar parados al lado de una persona y verla sonreír, pero en realidad están completamente destrozados por dentro, y nunca lo sabríamos.

Nunca lo supe, y te pido perdón, Jimin. Tal vez, si lo hubiera sabido, podría haber impedido que te suicidaras en la mañana siguiente.

Ahora tu rostro es como una melodía: nunca dejará mi mente. Y estoy harto, ya no puedo, ya no quiero seguir si tú no estás aquí.

Cada vez que cierro mis ojos, es como un paraíso oscuro. Tengo miedo de que no me esperes en el otro lado. Pero, Jimin, has aparecido en mis sueños y me prometes una y otra vez que todo está bien. Entonces, si sólo apareces en mis sueños, ya no quiero despertar de este.

Sacudo la arena de mi ropa y me levanto, encaminándome hacia el mar. El agua está fría, pero me voy acostumbrando a medida que me sumerjo más en ella.

Esta vez es diferente a todas las veces en las que vine a pensarte, a recordarte. Esta vez no me quedé inmóvil. Esta vez te veré nuevamente, mi amor.

Una vez más estoy aquí. No sé muy bien qué hora es, pero el atardecer ya llegó y las estrellas están a punto de iluminar el cielo. Tú estás a punto de iluminar el cielo.

Dark Paradise //YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora