El Cazador de Tottenham

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¡Mi vida no podría marchar mejor! Desde que todo esto inició me he sentido como un maldito hijo de puta, asesino de la esperanza y causante siempre de un miedo profundo en todas partes, un miedo que hace huir a mis presa, pero eso no juega tanto en mi contra, Londres esta repleto de ingenuos. Gracias a esto, sin embargo, hay un Rolls Royce de modelo Phantom IV estacionado atrás de mi oficina y yo no podría sentir más a gusto con él, es una fiera que espanta a todos los otros coches con sus rugidos, pero claro, yo soy el verdadero cazador.

No me identifico con esos malandrines negligentes y sucios de las calles que dirigen una daga al cuello de mis víctimas para arrebatarles sus bolsas de dinero. Yo soy otro tipo de malo, uno que no se tiene que ensuciar las manos para recojer del barro su botín mietras la fría luvia les cae en las cabezas cada vez más calvas que lo único que aspiran es besarse cada noche con unos cigarrillos o chocar contra el suelo por los efectos del alcohol.

Me gusta decir que pienso por ellos, son mis perros de caza, mastines a mi servicio. No requieren la astucia y habilidad para pegar un tiro a un ave en el pecho, ellos solo van a recogerla y la dejan sobre mi escritrio en forma de fardos abarrotados de dinero, fardos que hacen que esas víctimas vayan a mi oficina de los domingos unos días después en un lugar más seguro con mucho más dinero aún y me lo entreguen, pues me lo merezco, ellos no pagaron a tiempo sus deudas.

Cada una de esas tardanzas, bueno, finjo que me molestan, pero cada segundo que se suma a ellas me enciende de euforia y me llena de autoridad y poder, es por esto que fijo las fechas durante la semana para que me alivien un poco del estrés que causa el ruido de los automóviles en las mañanas.

Pero ¿qué sería de todo esto sin mi hermano? La pieza más descuidada, sucia y oxidada de la máquina es la que la hace trabajar, y si por algun motivo es descubierto "in fraganti" es él el que perderá su libertad, si habla, no me encontrarán, él no tiene idea de que llevo años de haber cambiado mi nombre. Me da lástima, somos de la misma sangre pero lo único que compatimos es unos cuantos segundos al día en esta misma sala. Lo peor que podría pasar es que yo me vea obligado a buscar un nuevo empleado, pero no será muy dificil, solo tiene que ser un pobre idiota con el que nadie nunca sospecharía verme.

No puedo decir que tengo la mejor reputación entre los usureros, pero estoy seguro que me va mejor que a todos esos cobardes, no fue muy dificil imaginar esto, de hecho, vino a mi como por arte de magia cuando me enteré de lo que hacemos cuando asistía a la escuela.

¿Qué sucede ahora hermano? ¡Muévete imbecil, vas a llenar de mugre mi alfombra nueva! ¿El señor Matthew viene a pagar esta noche? ¿Si? ¿Pues qué esperas? ¡Ve por él, vago inmundo!

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