Hasta el final de mis dias

CAPÍTULO 1

Isabel

Quedan dos semanas para que sea mi decimoséptimo cumpleaños y, en Murcia, todo sigue igual desde que mi família y yo nos mudamos aquí.

Llegamos cuando tenía nueve años porque mis padres querian abrir una pastelería más grande y en Murcia se les abrió una oportunidad estupenda. Nos habíamos mudado toda la família: mis padres, mis tios, mis abuelos, mis primos... TODOS.

Tampoco me puedo quejar, tenemos un nivel de vida bastante alto y nunca nos falta de nada. Bueno, al menos no nos faltan cosas materiales.

Nunca me he enamorado ni le ha pasado nada interesante a mi vida amorosa en estos dieciseis años, y todo porque mi família aquí es muy importante y mis padres me prohiben salir con alguien que no sea del mismo nivel que el nuestro. Siempre he encontrado eso una tontería y nunca me ha gustado seguir las órdenes de mi família, pero tampoco es que se me haya presentado la oportunidad. O no me gustaba el chico, o le doy miedo por mi família o mi família lo habia amenazado anteriormente para que se alejase de por vida de mi.

Estaba harta de estar esperando a que llegase el día en el que mis padres me diesen un poco de libertad. Pero ese día se estaba acercando, ya que en mi casa se iba acelebrar una gran fiesta por mi decimoséptimo cumpleaños y, al fin, todos mis amigos y amigas estaban invitados. Aún no entiendo como mis padres pudieron aceptar la propuesta y solo pedirme que me encargase yo sola de organizarla.

Hoy era el día en el que tenía que ir a la pastelería de mis padres para encargar la tarta de cumpleaños que quería. La iba a pedir con tres pisos de chocolate, envuelta con una fina capa de fondant azul cielo y con letras plateadas que pusiesen: "Felicidades Isabel".

Estaba a punto de entrar cuando me tropecé con algo, o con alguien.