Ino y Sakura: Cásate conmigo (+18)

Capítulo 1: un sueño, ¿hecho realidad?

Ino y yo hemos sido novias desde que estábamos en el instituto, es mas, lo recuerdo como si hubiera sido ayer: el momento en que nos dimos nuestro primer beso. Ese día fue tan especial, tan sublime, tan mágico, tan deseado y tan anhelado. Todos esos recuerdos surcaban mi mente una y otra vez, yo diría que demasiado y aun no se el porque, eso me puso nostálgica. Mientras veiamos televisión, se me ocurrió proponerle a Ino mi idea.

-Sakura, ¿que te sucede?, estás muy callada, tu no eres así-me dijo Ino-

-Ah, es que estaba pensando en el momento en que nos dimos nuestro primer beso y de lo que ha sucedido desde que eso pasó-respondí-

-Si, tienes razón. Sucedieron tantas cosas, es mas, mis padres casi me echan de casa y me desheredan, menos mal tus padres hicieron entrar en razón a los míos y ahora todo está bien para las dos-añadió Ino-

-Je je, si,sabes, me dio nostalgia, de tantos recuerdos y cosas vividas y por vivir-dije-

-Pero que rara estás hoy, suenas tan, no se, tan triste-exclamó Ino-

-Ino, mi amor, ¿no crees de que ya es hora de formalizar lo nuestro?-pregunté

-¡Eh!, ¿te refieres a una boda? Sabes que eso toma tiempo prepararlo-preguntó Ino Impresionada-

-Si, lo se, pero es que ya estoy cansada de que solo seamos novias. Hace mucho tiempo lo somos, además, siento que ya tenemos la suficiente edad e independencia como para hacerlo. Ya no somos dos adolescentes y lo sabes-repliqué-

-Sakura, mi amor, te entiendo, pero entiéndeme tu también. No creo que sea un buen momento, sabes muy bien que en nuestros empleos de medio tiempo no nos pagan mucho dinero, aparte, tendríamos que pedir prestado para organizar la boda y eso saldría demasiado costoso. Mira, lo mejor es que esperemos un poco mas, ¿si?-añandió Ino-

-No estoy de acuerdo Ino, puede ser una boda sencilla, con solo que esten nuestras familias y mejores amigos es suficiente, podriamos hacer una pequeña reunión aquí y al otro día un almuerzo, ¿no te parece?

-Este apartamento es muy pequeño, apenas cabemos las dos y lo sabes bien. Lo del almuerzo sería mejor hacerlo en tu casa o en la mía-reparó Ino-

-Pensándolo bien, si, tienes razón. Creo que estoy soñando despierta. ¡Soy una tonta!-me dije-

Ino se acercó a mi y de modo tierno sujetó mi cabeza, me abarazó y me dió un beso en la frente, acompañado de estas palabras

-Sakura, no eres una tonta al pensar en nuestro futuro, es mas, lo veo muy bien. A lo mejor no es ni tan complicado, si quieres podemos ir al centro comercial, mirar catálogos, consultar en internet sobre bodas, etc, ¿que tal?-añadió Ino-

-Ino, mi amor, eres genial. De momento podemos ir averiguando-dije-

-¿Ya?, Sakura, por Dios, mañana es Sábado, nos levantamos bien temprano y averiguamos todo, ¿no te parece?-preguntó Ino-

-Si, lo se. A lo que me refiero es a ir al templo Shinto y le preguntamos al sacerdote para saber cuanto cuesta la reservación del templo para el gran día, y de paso aprovechamos para caminar un poco, asi bronceas esas lindas piernas con el sol de la tarde,¿no lo crees amor?-insistí-

-¡Que manipuladora eres, mi amor!, muy bien Sakura, entonces vámonos a preguntar. Espero que el Monje Kashimir esté a esta hora. El viejo suele irse temprano-exclamó Ino-

-Bien-dije al darle un beso en la mejilla a mi amada-

En ese momento Ino y yo nos dirigimos camino al templo Shinto que quedaba cerca de nuestro departamento. Vamos una vez a la semana a ese lugar para orar.

Minutos después, llegamos al templo, y vimos al monje en la entrada, con su atuendo ceremonial y leyendo un libro de como jugar al Shogi.

-Buenas tardes monje Kashimir-exclamó Ino-

-Buenas tardes señoritas-respondió el monje-

-Hemos venido para saber si usted puede oficiar mi boda-dije-

-Por supuesto que si, solo díganme la fecha y que tienen confirmado todo para ese día, no sea que el templo esté reservado para las jornadas de oración y meditación-añadió el monje-

-Aun no hay una fecha establecida, pero igual queremos preguntar-dije de lo entusiasmada-

-Muy bien, déjenme ir por mi libro de anotaciones para tenerte en cuenta para cuando sea el gran día-dijo el monje suponiendo que era yo la que me iba a casar.

-Me temo que el monje piensa que solo te vas a casar tu-dijo Ino en mi mente-

-No digas eso mi amor, es obvio que él sabe que es para las dos-respondí-

El monje regresó, abrió su libro, tomó una pluma y me preguntó por nuestros nombres y edades (las de los novios)

-Sakura Haruno, 24 años y Ino Yamanaka, también de la misma edad-argumenté-

El monje fue apuntando a medida que le iba dictando y llegó un momento en el cual la tristeza llegaría

-¿Ino es el nombre de tu novio?-me preguntó el monje-

-No señor, se equivoca. Ella es Ino, mi novia-dije al tomarla de la mano-

El monje no se horrorizó al vernos tomadas de la mano, es mas, su reacción fue muy calmada y pasiva. Se incorporó de la mesa, cerró sus ojos, dió un respiro, nos miró al rostro, miró su cuaderno de anotaciones, dió un respiro profundo y nos dijo la mala noticia

-Miren señoritas, a mi me encanta ser monje de este templo, me encanta oficiar eventos religiosos que hagan felices a la gente, pero no puedo casarlas, ya que la alcaldía no permite que en los templos se celebren bodas de gays y lesbianas. Lo siento mucho, creanme que si la ley del alcalde fuese revertida, yo las casaría, pero no puedo. Si lo llegare a hacer, me vería perjudicado ya que me destituirian del sacerdocio y los fieles de este distrito se quedarían sin el templo-respondió el sacerdote-

-Entendemos señor Kashimir. Muchas gracias, con su permiso-dijo Ino-

En ese momento mis ojos se llenaron de dolor y lágrimas al saber que no podré ver mi deseo de casarme hecho realidad.

-No puede casarnos, ¿por que la vida es tan injusta, snif, snif?-pensé-

-Sakura, no te pongas triste por esto-repondió Ino-

-¿Tu crees?-pregunté en medio de mi llanto tristeza-

-Si mi amor, ya lo verás-respondió Ino mientras secaba mis lágrimas con su mano-

-Lo siento mucho de verdad-respondió el sacerdote

Después de eso regresamos a casa, claro que yo estaba muy triste y desilusionada. Ino, ¿que harás?, te oyes muy segura.

Continuara....