✯ Capitulo 1

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Ahí estaba Josuke, jugando videojuegos. Su madre aún no llegaba y solo significaba que tenía la libertad de jugar todo lo que quisiera, hasta que sus parpados se cerrasen sobre sus agotados ojos violeta. Sin embargo, el pelimorado ya se había aburrido hace un rato, comenzaba a sentirse solo y vacío, la tarde se sentía como una incitación a algo, cualquier cosa que implicara pasar el rato con alguien cercano.

Soltó un bufido y apagó la consola sin remedio y acercándose a la ventana al momento, con el fin de mirar por ella el paisaje dorado ensueño que le regalaban las frías calles de la pequeña ciudad. Incluso aquellas regocijantes nubes naranjas oscurecían las calles, en un mismo tono mezclado de un perlado brillante, algo difícil de describir a la vista del adolescente que se apoyaba en el marco de la ventana con su mejilla aplastada en su mano húmeda.

Presenciando una sensación extraña recorrerle el cuerpo tenso, se puso sus zapatos y salió de casa luego de poner llave a la puerta y dar un largo respiro necesitado, casi advirtiendo que algo le apretaba, algo parecido a la tristeza, pero a la vez algo quizás asimilable a la felicidad. No sabía lo que era, pero perforaba más unos gruesos clavos en su estómago, solo quería dejar que sentirse así ya que se estaba incomodando con su propia ropa de fina y de marca. De igual manera tampoco era como sentirse mareado, o con el corazón roto, quizás algo como una fuerte caída emocional era lo más cercano a lo que sucedía.
Con el paso del tiempo por su recorrido a un pequeño lago de la ciudad, se comenzaba a hacer más molesto, como si su situación se hubiera vuelto algo personal para sí mismo, como si él se encontrara incómodo con su único ser consciente, pero bueno, intentaba buscar soluciones... ¿Había algo para poder frenar aquel problema de raíz?

Se detuvo un momento para sostener su mentón entre su mano para pensar; ir al hospital no serviría ya que estaba seguro de que aquello era algo psicológico, de igual manera, ver una película en el cine o algo parecido era igual de inservible. Sentía que eso solo empeoraría el sentimiento con únicamente pensar en realizar aquella acción. Adicionalmente siquiera jugar le había entretenido antes y eso era algo que nunca podía resistir o aprovechar, ya que su mamá en general no le dejaba desgastar su juventud frente a una pantalla.
Esto sin dudas era un caso serio para el pelimorado.

Josuke se quedaba sin ideas, la ansiedad se le comenzaba a venir encima junto con sus pensamientos que venían de algo ligero a lo inquieto y ya bajando a la desesperación. Parecía, a sus ojos que solo había una solución que no se veía tan difícil, de hecho, era fácil, solo era caer algo bajo. Pero bueno, si nadie se enteraba ¿Que importaba? Después de todo, ello era solo por un bien mayor, bueno, su propio bien mayor. Dado que sentía ya no aguantaría mucho así y ya quería cortarse las venas, iba a ser mejor evitar eso para no tener preguntas de su mamá al respecto si veía sus brazos al descubierto.

A esa hora la mayoría de tiendas locales estaba cerrada, como no había ladrones en esos buenos barrios solo se le ponía llave a tiendas con de vitrinas de vidrio. Se acercó a una y rompió el vidrio con ayuda de su stand, sacando algo rápidamente que estaba frente a sus ojos y luego reconstruyendo sin dejar evidencia alguna, guardando aquello robado en su abrigo escolar. Obviamente corroboró que nadie estuviera en toda la cuadra para cometer el acto.
Por consiguiente, abrió paso con el apretujón en su pecho, dado a sus malas acciones para caminar con aquel fatal sentimiento hasta un lugar no muy lejano en el cual podría consumirlo sin problemas, a esa hora nadie caminaba por las heladas praderas verdes.

Un lago lejano fue lo que avistó, era pequeño y nadaban algunos patos encima, estaba rodeado de árboles y pasto corto brilloso por el reciente rocío de aspersores, algo parecido a un parque, pero natural. Se sentó delante de un árbol con vista a el lago y sus farolas a sus costados, suspirando hondamente, sacó el botellín de su uniforme, lo destapó y pasó su nariz encima. El fuerte aroma llegaba a su garganta, tenía una esencia a café en medio de toda la pureza del alcohol que con únicamente el aroma le hacía arder. Los propósitos del pelimorado eran de solo emborracharse, no darse lujos, así que el sabor amargo de café era aguantable. Aunque debía admitir que había bebido antes, no hasta quedar realmente mal, y no por razones como las de ahora. Así que si Josuke era franco; realmente se sentía sucio en ese preciso momento, otro peso más encima su melancolía.

Pin me Down [JotaJosu] ✪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora