Mi perrita a comenzado a rasguñar la puerta de mi cuarto, rogando que la deje entrar, está asustada; y como no estarlo y hace unos minutos se ha desatado un viento tremendo, la brisa se arrastra por debajo de las puertas llegando hasta mis temblorosos pies.
He dejado entrar a Lula, mi pequeña perrita, se ha quedado dormida a lado de mi cama y le he puesto una pequeña frazada para que no sienta la fría brisa que recorre mi habitación.
Maldito viento, solo se escuchan los destrozos que ha dejado a su paso... Golpes de puertas y cosas cayendo, la calle debe ser un desastre.
Debo admitir que el sonido que emite este viento me da miedo, es como si quisiera arrasar con todo a su paso, como si quisiera levantar a todos y hacerlos ver la fuerza que está tomando. Pero a su vez el sonido transmite un poco de tranquilidad, como si el desorden fuera perfecto a mis oídos.
Todos en mi casa duermen, y talvez soy la única que se ha percatado de tal desastre.
Intento dormir... Pero me es imposible, si de por si no dejo de pensar en ti, me es más difícil hacerlo con los estruendos que está haciendo el dichoso viento.
Me estoy dando cuenta que me gusta el desorden, me gusta pensarte a ti, que eres un perfecto desastre, un desastre hermoso que no hace más que cautivarme y dejarme embobada.
¿Qué me has hecho?, ¿Me has hechizado? Y de haberlo hecho... ¿Por qué no me das la misma atención que yo te doy? Estoy confundida. Todo el día te la pasas dando vueltas en mi cabeza, y en la noche me es más que imposible dejar de pensarte. Y la peor parte de todo esto, es que quizá tú ya te encuentres dormido sin siquiera soñar conmigo. Es una tortura, mi tortura que he decidido disfrutar de una manera demásiado cruel.
Eres como este viento que no para destruir, y yo soy como esa hoja que se deja arrastrar con tu brisa.
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Una Noche y tú...
Short StoryNo he podido dormir, y el viento de afuera me ruega que salga, no a buscarte, solo a pensar en ti.